Esquiar parece ser un sueño que sólo se consigue en ciertos sitios de latitudes al norte, como Canadá, EE.UU. o diversos países europeos. Sin embargo, la increíble diversidad de ecosistemas en México incluye, para sorpresa de muchos, la oportunidad de contar con un centro de esquí en este país.
En el estado de Coahuila existe un sitio novedoso y elegante, que se ha posicionado como uno de los centros de esquí más llamativos en el mundo. Se trata de los Bosques de Monterreal, ubicado en la sierra de Arteaga –a media hora de la ciudad de Saltillo y a una hora del aeropuerto de Monterrey, en Nuevo León. Inclusive se le ha llegado a considerar como la "Suiza de México", pues su paisajes boscosos y cumbres nevadas en temporada invernal recuerdan a los horizontes europeos.
A una altitud de mínima de 2,300 metros, y máxima 3,700, los Bosques de Monterreal brindan la posibilidad de pasear, de manera improbable considerando que estamos en México, por parajes icónicos del invierno blanco. Las cabañas que se encuentran en la zona hotelera proporcionan una insólita vista de la naturaleza, convirtiendo la experiencia en un encuentro de paz. Además, el destino no solo presume su pista principal de esquí, también cuenta con campo de golf, canchas de tenis, alberca techada, muros para practicar el rapel, rutas de senderismo y un centro ecuestre.
El sitio cuenta con dos tipos de pistas, la principal y la de aprendizaje, las cuales están compuestas por dendix, una fibra especial que facilita el deslizamiento de los esquíes con el rocío del agua. La primera, la principal, tiene una longitud de 230 metros y un lift –ascensor para subir a la cuesta– que cubre una pendiente de 20 grados. Mientras que la segunda, la de aprendizaje, sólo cuenta con 45 metros de longitud y un lift de banda.
Los expertos del lugar aseguran que ambas pistas requieren del mismo equipo que en un centro de nieve natural: ataduras para evitar lesiones en las piernas, botas para la protección de los pies, esquíes y palos para impulsar el descenso de la cuesta. Todo esto puede conseguirse en la administración de los Bosques de Monterreal, junto con la asesoría de un instructor o guía especializado.
En pocas palabras el sitio brinda realmente una oportunidad de relajación en un ambiente óptimo a la introspección y al desafío. Visitarlo no sólo implicará descubrir un lado insólito de México, también otro de uno mismo, muy oculto, que disfruta de las emociones intensas y, a la vez, relajantes, incluso poéticas –a fin de cuentas el blanco invernal de un paisaje nevado es profundamente sugerente.
* Imágenes: Mochileros