Un animal radiante, en todos los sentidos. El águila real es una de las aves más grandes y representativas del país, sin embargo, es posible que en un futuro sólo la puedas ver en monedas o en la bandera mexicana.
Hace más de 25 años que el águila real mexicana está en peligro de extinción. Actualmente hay menos de 150 nidos en lugares protegidos y cerca de 180 parejas. Este dato, por sí sólo es alarmante, pero es aún más impresionante cuando consideramos que, en promedio, cada nido produce 1.37 polluelos, en el mejor de los casos. De los cuales tardan entre cuatro y siete años en alcanzar su madurez sexual.
A veces es difícil distinguir entre la casualidad y la causalidad. Pero en cualquiera de los casos, la pérdida del águila real, símbolo patrio del país, podría tomarse como una señal interesante. ¿Qué lectura podemos extraer de que permanezca el símbolo sin el ser vivo que lo respalda? Sin duda muchas, pero de entrada podríamos denunciar un descuido fundamental.
El águila real es un poderoso símbolo mexicano pero también un ser vivo a punto de desaparecer para siempre
Definir la identidad mexicana es un ejercicio casi inagotable (o posiblemente infinito). Pero si consideramos, aunque sea por fines didácticos, que el águila real es parte de ese hilo narrativo, su ausencia sería una muestra de un vacío fundamental; de una desconexión con la tierra y el entorno con el que cada día interactúan nuestros cuerpos. Olvidar a este ser vivo, siguiendo esta lógica, es abandonar parte de lo que nos ata a este territorio y la posibilidad de denominarnos como mexicanos y mexicanos.
Sobre todo, considerando que ha sido la actividad humana la principal responsable de vulnerar a este animal. Como señala la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente:
Además de la pérdida del hábitat, existen actividades que influyen de manera directa en el riesgo que corre la especie, entre ellas: el saqueo de nidos, cacería, el envenenamiento y la electrocución.
Independientemente de que sea un símbolo patrio, hay que recordar que, antes que nada, es un ser vivo. Su existencia, por más distante o cercana que esté de la nuestra, tiene un valor, y cumple una función dentro del complejo sistema del planeta Tierra. El símbolo quizá no tenga ninguna relevancia para algunas personas, pero en su estado natural, el águila real es digna de reconocerse.
Quizá te pueda interesar: