En un momento como este —en el que México está pasando por cambios que generan efervescencia— se vuelven imprescindibles los espacios dedicados a refrescar las tradiciones. Especialmente si lo hacen con vistas a mejorar la vida personal, tejer lazos colectivos (locales e internacionales) y a revalorar lo comunitario, con base en la creatividad.
La Escuela Nacional de Cerámica es ya un referente de este tipo de práctica; pues está enfocada en conservar, crear, innovar, investigar y enseñar todo lo que tiene que ver con este arte milenario (y uno de los más relevantes para los artesanos mexicanos).
Su sede está ubicada estratégicamente en Tapalpa, Jalisco. Un destino precioso, que convoca la creatividad y la concentración, por su inmensa riqueza cultural y natural; que además alberga importantes bancos de arcilla. Ahí, se permiten impartir talleres imperdibles para quien está ligado al noble arte de la cerámica.
Refrescando tradiciones
Sí, la cerámica es una práctica muy antigua, pero no deja de acompañarnos en la contemporaneidad y no solo en la forma de objetos utilitarios, también de preciosas artesanías y magníficas obras de arte. Pero para mantenerla fresca, hay que volver de la práctica un lugar de auténtico intercambio. La ENC se ha asegurado de que la cerámica sea punto de encuentro entre México y el mundo.
Cada año invitan a exponentes de la disciplina provenientes de un país distinto, para que presenten lo que saben a ceramistas mexicanos, generando un valioso círculo creativo. 2018 fue el año de Alemania y los talleres estuvieron a cargo de Katrin König, Iris Schabert y Martin Goerg, que dejaron tras de sí formas innovadoras de dimensionar este fantástico arte.
Por otro lado, no solo se trata de generar nuevas conexiones, sino de inventar formas frescas de aprender y enseñar. Por eso la ENC tiene procesos constructivistas, que le apuestan a las relaciones horizontales entre alumnos y docentes y a ser muy críticos de su propio quehacer.
Las acciones de la ENC también suman a lo social
Para este increíble espacio, el quehacer no se trata solo de mejorar la técnica y refrescar la disciplina, sino de realmente mejorar la vida de cada artista y artesano que se une a su comunidad. Su programa más importante es la implementación de hornos de leña sin humo en comunidades de artesanos, un sistema que permite mejor combustión y de esa manera, reduce el consumo de leña, apostando por una práctica más ecológica y saludable.
El programa ha tenido muy buenos resultados y ha beneficiado a más de 870 personas en los últimos dos años. De manera colectiva se han instalado este tipo de hornos en comunidades de Guanajuato, Estado de México, Chiapas, Oaxaca, Jalisco y Michoacán y capacitado a 94 personas para que tengan el conocimiento necesario para construir su propio horno.
Evidentemente, el amor por la cerámica y toda la tradición y formas de vida que la rodean es enorme y en esta escuela se hace presente.
Atentos a lo que viene…
El próximo año se viene con todo en la Escuela Nacional de Cerámica: 2019 será el año de China, otro país con una tradición inmensa en esta disciplina. Tres talleres intensivos serán impartidos por tres expertos en la materia, todos provenientes de la ciudad de Jingdezhen, conocida como la capital de la cerámica. La porcelana será la protagonista y los talleres ocurrirán en mayo, agosto y noviembre, impartidos por Wenwei jin y yang Qing, Liu Xi y Sun Yafei, respectivamente.
Si eres amante de esta hermosa práctica, quédate al pendiente de las fechas definitivas.
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