En 2009 Christopher McDougall, reportero por años de Associated Press, quien llegó a cubrir pavorosas guerras como la de Angola y Ruanda, publicó su primer libro. Este, curiosamente, divergía con cualquier tema anterior que había investigado en su labor periodística. Ese año McDougall publicó Born to Run (nacidos para nacer) un texto que en pocos años se convirtió en un best seller.
El libro aborda la increíble capacidad de los rarámuris (mayormente conocidos como tarahumaras) para correr. Narra cómo esta etnia hace del correr no solo un medio de transporte sino una manera de vida, ahí se aborda desde su productividad hasta sus ritos religiosos.
En las sierras escarpadas de Chihuahua, los rarámuris corren durante días con muy pocos alimentos, descalzos o apenas con unas sandalias de suela de llanta. McDougall quedó encantado con la resistencia de este grupo, más aún en la orografía caprichosa que les rodea y las condiciones de sequía que muchos años viven.
Se trata de una tribu que muestra el poder de la voluntad en la tarea de la supervivencia; correr es como un vínculo donde se trasciende asombrosamente al propio cuerpo a partir de esta fuerza poderosa primaria que antes mencionábamos: la voluntad.
Un artículo reciente hace eco de un fenómeno que ha sucedido a raíz de la lectura de este libro en países en desarrollo: muchas personas han comenzado a correr descalzos en las calles de Boston, Manhattan o San Francisco y también en España.
Esta tendencia, tomada sin una instrucción, podría tener efectos negativos en las personas. Sin embargo, es un hecho que este libro hace un reconocimiento de habilidades que sociedades no occidentales han desarrollado con un sentido integral de la existencia enfocado en una actividad específica, en este caso: el correr de los tarahumaras.
*Imagen: news.urban360.com.mx