Simbología del ritual de Día de muertos
Durante los Días de muertos, las calles de México se atavían de gran significado, la más elegante es sin duda la ofrenda.
Durante los Días de muertos, las calles de México se atavían de gran significado, la más elegante es sin duda la ofrenda.
Conocido como Xanduu´Yaa, en este rito de 9 días los zapotecas rezan a sus muertos con un altar basados en su propio calendario.
La disposición de los granos de maíz, una vez echados, son leídos como signos del porvenir o hasta la procedencia de las enfermedades.
Estas líneas de Maria Sabina, “la mujer estrella”, sin duda confirman el valor poético de sus rezos y cantos.
La ironía del mexicano se manifiesta exquisitamente en estos exvotos.
Cada imagen de colores brillantes del arte huichol tiene que ver con una visión mística que fue dada gracias al portal, el nierika, abierto por el peyote.
A muchos de ellos, desde época prehispánica, miles ya los visitaban por su fascinante mistcismo.
Su increíble poder para evocar otros mundos, hacen de la fragancia del copal un bálsamo para conectar con la armonía.
La diosa de la Tierra que sostiene la creación a través de su propio sacrificio, explica el devenir del cosmos y del tiempo ya que es el principio que promueve las múltiples creaciones del mundo.
Mantener un diálogo sacro con la naturaleza facilita que lleguemos a entender la escritura de dios; las cosmogonías mesoamericanas asi lo advirtieron.
El manual del tiempo azteca, el Tonalamatl, fue un portentoso método de adivinación basado en la lectura del cosmos y la cuenta de los días.
El alquimista y consejero real John Dee presumía los poderes mágicos de este precioso espejo de origen mexica que provenía de México.
Memoria sagrada y ancestral. La muerte ha sido un referente en todas las etapas de México y un recordatorio para no temer al más allá de la vida.
En la cultura azteca figura con especial relevancia el mito sobre la creación de nuestro mundo actual –El Quinto Sol– y otros más que han sido producto de la lucha intrínseca de Quetzalcoatl y Tezcatlipoca a lo largo de los tiempos.
Las impresiones metafísicas de un político mexicano y notable investigador de lo oculto sobre uno de los textos sagrados más importantes de la historia.
El culto a la muerte en México ha sido milenario. Esta pieza, entre música y eco, nos muestra este arraigo cultural en el país en el Rosario Anual de la Santa Muerte.
“Tezcatlipoca” es una extraña mezcla de ingredientes: una excelsa animación de un mito mexica con música del Lago de los Cisnes.
El Monte Tláloc –uno de los sitios arqueológicos más altos del mundo– aguarda un secreto en su cúspide: la hermosa vista de una montaña que no existe.