Pues estos se creen hijos de las raíces de los vetustos árboles y de las fieras como el tigre y el lagarto, hijos de los peñascos y de las nubes. Toda esa mitología fantástica ha estado presente en la imaginación de los zapotecas de ayer y hoy para crear una peculiar obra de ficción artística.
Macario Matus
Los binnizá o zapotecas, son un milenario pueblo indígena asentado en la región del Istmo en el estado de Oaxaca. Su tradición literaria, sobre todo en forma de poemas, ha sido muy basta, ello quizá derivado de su concepción sobre su propia descendencia. Los binnizá (originalmente este pueblo se autodenominaba “ben´zaa” o “vinizá” ) significa "gente de las nubes". Desde esta definición observamos una metáfora con tintes poéticos sobre su surgimiento, una expresión estética sobre el mundo.
Durante cientos de años su producción literaria se hacía de manera oral, hasta finales del siglo IXX fueron apareciendo los primeros poetas zapotecas que publicaron por primera vez por escrito su trabajo literario. Basado en un artículo de Irma Pineda Santiago publicado por la UNAM, enlistamos algunos de los escritores zapotecas más memorables desde el siglo IXX hasta la fecha.
Arcado G Molina
En 1876 comienza a producir los primeros relatos o poemas escritos en zapoteco.
Enrique Liekenes
Nació en Juchitán en 1882 y empezó a escribir sus primeros textos desde muy joven. A inicios del siglo XX Liekenes se va a vivir a la Ciudad de México, ahí formó parte del Estado Mayor del general Álvaro Obregón y desde ahí ayudó a la donación de terrenos para la construcción de escuelas en su Juchitán. También desde la Ciudad de México dio un fuerte impulso a la literatura zapoteca, apoyó al grupo conocido como la Sociedad Nueva de Estudiantes Juchitecos (posteriormente conocidos como la Generación Neza), esta agrupación publicaba la Revista Neza (el camino, lo correcto).
Víctor de la Cruz
En 1909 escribió el poema La Flor de a Palabra. Se reconoce que este poema integra elementos de la cultura zapoteca que son muy propios, alusivos sobre todo a la naturaleza.
A una bella juchiteca
Si al velorio, huipil llevas bordado,
prendida a la cintura la cenefa
con blanquísimo olán muy bien plisado
haciendo como en verso, sinalefa;
Sin doblones ni traje de brocado
que en la guzanagola acusa jefa,
de la zandunga canto el zapateado
por ti, xhuncu scarú, galana Chefa.
Te llevaré a las velas de Cheguigo
te cantaré mi amor en zapoteco
y un jacal en Xadani te prodigo.
Si me das a fumar guie’ xhuuba’ seco
cual flor de guiriziña y vas conmigo
a bailar al estrado juchiteco.
Andrés Henestrosa
Nació en Ixhuatán en 1906. Cuando cumplió 23 años, como regalo obtuvo el primer ejemplar impreso de Los Hombres que Dispersó la Danza. Su trabajo desglosa una infancia en la que le fueron contadas tradiciones orales, como el que los zapotecos se dispersaron luego de una danza, entonces fundaron Juchitán, y otro aspectos como "la venganza del Dios Rayo, el nacimiento de San Vicente Ferrer (Santo Patrono de Juchitán), el romance entre los nenúfares mudubina y stagabe’ñe, la creación de algunos animales, hasta la figura del personaje fundamental en la tradición zapoteca: “el conejo siempre listo que logra vencer todas las adversidades gracias a su inteligencia y que logra burlarse de los más fuertes." Nos dice Pineda Santiago.
Gabriel López
Nació en 1906. Publicó sus primeros textos en la Revista Neza: cuentos extraídos de la tradición oral zapoteca, poemas amorosos y épicos. Su poema más conocido, y quizá el mejor, es Ni gudxi’ba xmani` Duarte (El que montó el caballo de Duarte), publicado en 1936, escrito en octosílabos y lengua materna.
Uno de sus poemas:
Dicen que se va el zapoteco
Ya nadie lo hablará
Ha muerto, dicen,
La lengua de los zapotecas.
La lengua de los zapotecas
Se la llevará el diablo,
Ahora los zapotecos cultos
Sólo hablan español.
¡Ay! Zapoteco, zapoteco,
quienes te menosprecian
ignoran cuánto
sus madres te amaron.
¡Ay! Zapoteco, zapoteco,
lengua que me das la vida,
yo sé que morirás
el día que muera el sol
Nazario Chacón Pineda
Nació en Juchitán en 1916. Estudió en la Ciudad de México la carrera de profesor en la Escuela Nacional de Maestros, la imprenta de esta escuela publica en 1939 su libro Estatua y Danza. Se considera de la Generación Neza, aunque es un poco más joven. En su momento Gabriel López Chiñas comentó sobre su poema Bigu (La Tortuga):"nótese la ingenuidad infantil, primitiva casi, de este poema y la gran sonoridad de sus versos zapotecos". Su poema Canción de la Sangre fue publicado en 1962 y elogiado por José Vasconcelos y los contemporáneos.
El desfile de tortugas
Simula un collar
De tortugas grandes
De tortugas chicas
A la orilla de la mar
Tortugas chicas Tortugas grandes
Y grandes y pequeñas
¿dónde dejó su hijo
Dónde dejó su hijo
La diosa de la mar?
Diosa del Mar, Diosa del Mar,
Mira a la tortuga chica
Mira a la tortuga grande
Donde dejó su hijo
Donde dejó su hijo
La tortuga grande, la tortuga chica
Pancho Nácar
La mayor parte de su trabajo literario fue descubierto después de su muerte y reunido por Víctor de la Cruz, en el libro Diidxa (1973), todos publicados en zapoteco.
Hoy es la primera visita de tu alma,
sólo me encuentro en esta casa,
aunque en un lejano sepulcro estás
dos cirios ofrezco a los santos por ti.
Una gran ofrenda colocaría en tu honor
si en mi pueblo yo viviera,
cuanto me duele en estos momentos
estar lejos, vivir en la tierra de otros.
Si estuviera en mi pueblo pondría un altar
con sagradas palmas tejería estrellas
para adornar la casa, en la mesa santa
pondría frutos
repartiría tabaco y ofrecería aguardiente.
Todas las mujeres se acercarían a ayudar
las que fueron tus amigas ofrecerían sus manos;
como en una casa donde hay molienda
se vería
cómo preparamos la primera ofrenda por tu muerte
Nuevas generaciones
Víctor de la Cruz
Víctor de la Cruz nació en Juchitán en 1948. Es uno de los escritores zapotecos de nuestros tiempos. Su trabajo literario lo dio a conocer a la sociedad, aunque en los últimos años su labor de investigación sobre la cultura zapoteca ha sido muy importante y reconocida, sobre todo sobre el pasado histórico el origen mítico de los biznná.
Macario Matus
Nació en Juchitán en 1943 y murió en el 2009. Es considerado el escritor zapoteca más prolífico de todos los tiempos (con unos 30 libros publicados). Publicó desde poesía, narrativa, ensayo, teatro, traducciones e invenciones. Fue también un importante promotor de la cultura zapoteca. Estuvo al frente de la Casa de la Cultura de Juchitán por diez años y favoreció el surgimiento de pintores, escritores, músicos, etc. Su obra en los últimos años se caracterizó por una alta presencia de erotismo.
Que haré con el cuenco de mis ojos
si la sombra de su pecho
lejos se ha escapado.
Más de mil días guardo su aroma,
originarias en el Sur de México 301 el perfume de su sexo
y el olor a hierba mojada
de su generoso pubis alado.
80´s
En esta década destacaron autores como Víctor Terán, Enedino Jiménez, Alejandro Cruz, Natalia Toledo, Rocío González, Jorge Magariño, Esteban Ríos y Antonio López Pérez, formados en los talleres de la Casa de la Cultura de Juchitán (a cargo de Macario Matus). Sus publicaciones fueron también apoyadas por esta instancia. En los 90´s consolidan sus carreras con reconocimiento, incluso, internacional.
Un poema de Víctor Cata:
Duda
Yo no mendigo un pedazo de tortilla para comer
ni pido un lugar en el cielo ni imploro que me tengan compasión
ni solicito dinero a los que lo tienen
tampoco pido que me alaben
lo que pido de rodillas con todo mi corazón
y con todas mis fuerzas es una palabra tuya.
Una palabra que sea como una luz que me alumbre
que me aproxime en el principio de un camino limpio
de un camino grande, de un camino apacible
donde encuentre lo verdadero, lo justo,
que me devuelva las ganas de vivir.
Si hay algo verdadero, si hay algo correcto
¡dilo! ¡pronúncialo! Que tengo hambre de ello
para que mitigue este gran dolor que me está matando, que me está marchitando el alma.
Deseo tu palabra, la deseo.
Según la apreciación de Pineda Santiago, en los últimos años la generación de poetas y escritores zapotecos han buscado una universalidad de la literatura, aunque siempre tocando temas de su cultura; un natural efecto de la globalización, aunque en una generación que en esa globalización reconoce el valor del origen.
*Fuente:
La literatura de los Binnizá. Zapotecas del Istmo de Irma Pineda Santiago
*Imagen: old.nvinoticias.com