Este animal dejó de metamorfosearse y generó una nueva especie, fue capaz de reproducirse como larva, es como si nuestros hijos pudiesen quedarse así pero pudieran tener relaciones sexuales, eso es lo que hicieron los ajolotes, desde el punto de vista biológico e incluso filosófico es interesante.
Roger Batra
Las curiosas particularidades y exentricidades que hacen del axolote uno de los más extraños y fantásticos del mundo comienzan con su lugar de residencia. Existen pocos animales que sean endémicos de un solo sitio en el mundo, el axolote es uno de ellos; vive únicamente en los lagos del Valle de México, aunque ahora solo sobrevive el de Xochimilco, el único espacio lacustre donde habita.
Además de que su estética es fantástica, como de anime japonés, con tres pares de branquias que son como estrellas en su cabeza, también sus capacidades extra normales son más que notables y las enunciaremos más adelante.
El axolote en la mitología azteca
Su nombre viene del náhuatl xolotol. Xolotl era el dios del ocaso, de los espíritus, de los gemelos y de Venus en la mitología azteca y tolteca. Fray Bernardino de Sahagún, en la Historia general de las cosas de la Nueva España, relata que el dios Xólotl, hermano mellizo del dios Quetzalcóatl, se negó a sacrificarse en el fuego para hacer que el sol y la luna giraran y aparecieran el día y la noche. Ante la negación su castigo fue la muerte. En la mitología del Quinto Sol está asociado al movimiento y la vida. El xolotl es un animal monstruoso con pies invertidos según su significación náhuatl.
Su morfología
Suelen ser de un color negro o marrón moteado aunque también existe como albino y blanco. Su apariencia básica es la de un renacuajo gigante, con patas y cola. Sus ojos son pequeños y sin párpados. Su característica más distintiva son los tres pares de branquias externas que salen hacia atrás en la base de su cabeza.
A la altura de sus branquias, en el dorso, tiene una membrana rígida que lo abarca hasta su cola formando una aleta. Sus patas tienen dedos finos y puntiagudos, cuatro en las patas anteriores y cinco en las posteriores. Llega a medir en promedio unos 27.5 cm de largo.
Sus particularidades
– El axolote es la larva del Ambystoma, digamos que es una salamandra que no llega a serlo, curiosamente en su estado larvario se queda. Es el único animal que tiene la capacidad de reproducirse en su estado larvario.
– Su capacidad neotenia, significa que conserva su aleta dorsal de renacuajo -que recorre casi la totalidad de su cuerpo- y sus branquias externas, que sobresalen de la parte trasera de su ancha cabeza en forma de plumas.
– Si pierde un miembro, es capaz de regenerarlo.
– Son de carácter tranquilo y pasivo, excepto cuando se alimentan, pueden morderse los unos a los otros e incluso amputarse partes del cuerpo.
– Es carnívoro.
– Para encontrar su alimento se guía por el olfato. Para ingerirla, la absorbe hacia su estómago.
– Casi inactivo en el lecho del lago durante el día y sale esporádicamente a la superficie del agua para respirar. Al anochecer sale de su letargo y va en busca de alimento.
– El axolote tiene tendencia a satisfacer su apetito con otros axolotes.
-Es un animal longevo. Alcanza hasta los 15 años.
Sobre su capacidad autoregenerativa
Este animal se ha convertido en un favorito de los científicos por su capacidad regenerativa. Un axolote es capaz de volver a crecer durante varias ocasiones en su vida sus extremidades; también su mandíbula, piel, órganos y hasta el cerebro y espina dorsal. Por ello, recientemente, investigadores han descifrado su ADN en busca de pistas para la regeneración de tejidos en humanos.
El axolote en la literatura
Este animal imposible ha inspirado y sido protagonista de reflexiones en ensayos, poemas y fragmentos de numerosos intelectuales y escritores. Por mencionar a algunos están el cuento “Axolotl” de Julio Cortázar, el poema “Salamandra” de Octavio Paz, “El Ajolote” de Juan José Arreola o Ambystoma Tigrinum de Salvador Elizondo.
El axolote ha generado tal fascinación que ha sido estudiado por la NASA, también por estudiosos de todo el mundo para aprender de sus capacidades de regeneración de miembros y tejidos, o luego de la llegada de los españoles por grandes biólogos como Alexander von Humboldt.