"Yo vengo de un pueblo pequeño y grande a la vez, donde las piedras son testigos de nuestras huellas, donde el verde de los árboles nos cobija, vengo de un pueblo donde los pequeños ríos construyen su caudal, vengo del pueblo donde las mujeres y los hombres se levantan con el tercer canto del gallo", dijo Juana Karen, poeat ch’ol, frente al congreso mexicano.
El 13 de septiembre de 1979 nació Juana Karen (Peñate Montejo) en Emiliano Zapata, municipio de Tumbalá, Chiapas. Inició su trabajo literario publicando poemas en la revista Nuestra Sabiduría. Obtuvo el tercer lugar del concurso de cuento "Y el Bolom dice", el premio de poesía Pat o’tan, y es coautora del libro Palabra conjurada y autora del libro Mi nombre ya no es silencio. Recientemente, ganó el Premio de Literaturas Indígenas de América 2020, con el poemario soñil ja’al/ Danza de lluvia.
Además, la licenciada en derecho por el CEST, Chiapas, ha trabajado como traductora, fue maestra de educación primaria bilingüe y profesora en el UNICH, sede Yajalón. Juana Karen ha sido coordinadora de diversos proyectos culturales del H. Ayuntamiento de Tumbalá y conductora del programa de televisión Las voces de siempre del Canal 10.
La lucha por la igualdad empieza con la palabra
Es posible que el acto más simple de magia sea la capacidad de nombrar las cosas, relacionarnos con ellas. El lenguaje es una fuente inagotable para reinventar el mundo en el que vivimos, darle sentido; cada idioma es su propio universo (y Juana Karen lo sabe).
En México se hablan 364 variantes lingüísticas, provenientes de 68 agrupaciones. Este hecho es parte de la rica diversidad que hay en el país. Desafortunadamente, son voces que no han tenido las mismas oportunidades para ser escuchadas y participar en el quehacer de lo público. Es por eso que Juana Karen resalta:
En general, la cultura de los pueblos originarios debe procurarse, visibilizarse y sensibilizarse; no sólo lo bonito, no sólo el folklore, sino también la parte que nos duele.
¿Cómo encontrarnos con dolores y sentires ajenos?, ¿cómo se puede construir una escucha colectiva que sea cada vez más amplia y donde quepan más formas de vida? Es posible que la respuesta no sea única, pero, por lo pronto, pensamos que vale la pena empezar por aquí, leyendo algunos de los poemas de Juana Karen.
Una probada de las majestuosas las palabras de Juana Karen
Tsolts’ijboñ
Mi’ yälob cha’añ xojokñäyeloñ matye’el lok’embä ilayi,
mi yälob cha’añ itsajakñäyeloñ kolem matye’ wits.
Mi’ yälob cha’añ mik puk ñumel itsajakñäyel xotyñu’p’ulbä
mi yälob kpächälel tsajakñaj tyi pa’.
Mi’ yälob cha’añ ts’ijboñ yik’oty säkjamtyäleloñ ili lum.
Mi’ yälob cha’añ joñoñäch, chä’äch mik mujlañ mel kbäj.
Soy alfabeto
Dicen que huelo a hierba nacida en esta selva,
que mi cuerpo tiene fragancias de montaña.
Dicen que esparzo un ambiente de huerto,
que mi piel está impregnada de perfume de río.
Dicen que soy alfabeto y luz de esta tierra.
Dicen que soy, y que así me manifiesto.
Acha’añ bäk’tyal
Acha’añ bäk’tyal
kolem lum
acha’añ kbäk’tyal
yäx-elañ che’ bajche’ ayopol
xu’k’ul añ che’ bajche’ ityomel k’olok’
tsiltsilñaj kch’ujlel, ma’ ch’ämoñ.
Mi cuerpo tu primicia
Inmensa tierra,
mi cuerpo tu primicia
verde como tus hojas
firme como el tronco del roble
tiembla mi espíritu, me penetras.
Chajk
Mi k’ajtyiñ ap’ätyälel, chajk
joñoñ ik’äk’aloñ axuchajk,
lok’sabeñon jiñi machbä tyajbilik.
Ña’tyañonku.
K’atyi’beñonku yik’oty iwujtyaj jiñi ik’,
mach joñoñik,
jiñi panchañ machbä añik ityamlel,
woli ksäklan tyi’ wäyel,
iyilo’ pañumil kty’añ.
Chajk
Invoco tu fuerza, chajk
soy el ímpetu de tu relámpago,
desgarra de mí lo imposible.
Descíframe.
Interrógame con el soplo del viento,
yo no soy,
el cielo sin horas,
busco en mis sueños,
el nacimiento de mi palabra.
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