Me llamo Juan Pérez Jolote. Lo de Juan, porque mi madre me parió el día de la fiesta de San Juan, patrón del pueblo. Soy Pérez Jolote porque así se nombraba a mi padre. Yo no sé cómo hicieron los antiguos, nuestros "tatas", para ponerle a la gente nombres de animales. A mi me tocó el del guajolote.
La ficción ha sido históricamente una vía fundamental para el conocimiento. Las novelas, en este sentido, como una gran metáfora, son una manera de hacer zooms a ciertos contextos, personalidades, mentalidad, etc., En México una de las novelas indigenistas más valorada es la de Juan Pérez Jolote, biografía de un tzotzil (1948), curiosamente fue escrita por un antropólogo, Ricardo Pozas Arciniega, que más allá de intenciones literarias, buscó llevarnos a la vida de un personaje cuya vida se desplegaba en un contexto indígena, en los Altos de Chiapas, en la zona chamula.
Juan Pérez Jolote es el principal personaje de esta historia, quien vive entre dificultades y un ambiente hostil en su casa, como resultado del alcoholismo de su padre. Hay que precisar que Pozas no alude a un alcoholismo generalizado en este contexto indígena, sino como caso particular, ya que el alcoholismo se desdobla en cualquier contexto social.
La novela tiene un tono tan cercano, que pareciera que uno puede entender muy bien las emociones de Juan Jolote, y es quizá esta cualidad la que le otorga una gran valor literario: una naturalidad que se disfruta, como un relato contado por cualquier persona, sin máscaras.
La Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas ha puesto a disposición pública esta novela de un gran valor histórico en 15 capítulos de unos 25 minutos cada uno. Se trata de una radionovela en línea que pertenece a la fonoteca Henrietta Yurchenco de la CDI.
Te compartimos estos valiosísimos audios: