Algunos relacionan la existencia del videoarte con el desarrollo tecnológico de la videocámara casera, y aunque ciertamente facilitó la creación en este campo, sus inicios se remontan a los cine-poemas en los que Man Ray o Marcel Duchamp incursionaron –aunque es a Wolf Vostell y Nam June Paik a quienes se les debe la consumación contemporánea de esta disciplina artística–.
Actualmente uno de los más destacados videoartistas es Francis Alÿs (Bélgica 1959). A veces cómico, otras irreverente, y casi siempre crítico, las imágenes que Francis crea tienen un lenguaje propio, una dinámica personal; con la curiosidad como estandarte, expone situaciones cotidianas o extraordinarias que invariablemente nos invitan a reflexionar. Un buen ejemplo es el proyecto "When Faith Moves Mountains" en el que ahonda sobre la cooperación y el estimulo que literalmente puede mover montañas, varias centenas de voluntarios armados con palas y buena voluntad, comienzan a remover la arena de una duna en las periferias de Lima Perú, la imagen es un cinturón de individuos que vistos de diferentes ángulos desplazan la arena de la duna; así, practicando la creación desde una óptica de lo social, de la política y la justicia, sus videos se convierten en testimonios o en manifiestos visuales que provocan la asimilación de un provocador punto de vista.
Francis estudió historia de la arquitectura e ingeniería en Europa antes de ser el artista con reconocimiento internacional que es actualmente. Ha expuesto en el Tate Modern de Londres, en el MALBA Argentina, y el museo Reina Sofía en España, entre otros. Además, ha sido reconocido en Bienales y premios internacionales, cuenta con catálogos y numerosos artículos.
Desde finales de la década de los 80 Alÿs trabaja en México, mimetizándose con el entorno logra captar el imaginario popular, las costumbres y tradiciones, como por ejemplo el trabajo de los pintores rotulistas que para la pieza Copy of the Liar (1997), trabajó con dos talleres que se dedican a la imagen comercial, les pide que reproduzcan unas pequeñas pinturas que Francis hizo con la intención de reflexionar sobre el artista original, así como la singularidad de la obra.
La serie de piezas realizadas en el Zócalo de la Ciudad de México, son cómicas situaciones en las que involucra a los transeúntes, como cuando se queda mirando por un largo rato al cielo y mientras la gente transita por la plaza algunos comienzan a mirar en dirección a donde el artista observa, al tener un buen número de personas Francis huye dejándolos a todos mirando curiosos.
El trabajo del arte en gran medida es el de despertar el espíritu crítico de los observadores, otra parte se compone de una buena dosis de diversión y curiosidad, al final del día contemplar arte debe ser una experiencia salida de la norma cotidiana, Francis Alÿs logra catapultar al espectador fuera del ritmo de la vida diaria, mutándolo y regalándole una memorable experiencia estética.
Imágenes:1)YouTube, 2) christies.com