Aún no sabemos si para bien o para mal, pero está claro que el país está cambiando. Se nota, porque quienes están perfilados para formar parte del próximo gobierno nacional están hablando del mundo de maneras que simplemente no esperábamos de ese sector. Algunos de esos enunciados han sido ampliamente celebrados y otros, duramente criticados; especialmente por esos que prometieron mantenerse "vigilantes". Uno que sin duda resalta es la curiosa declaración de la próxima titular de la SEMARNAT sobre los aluxes, duendes mágicos que forman parte de las creencias mayas.
Suena increíble y, la verdad es que lo es. Josefa González Blanco habló con mucha convicción en una entrevista con la periodista Martha Anaya sobre estos míticos protectores de los bosques mayas y de "su relación con ellos". Para rematar, dijo que "sí existen" y que "no es leyenda popular" y, después se extiende en explicar cómo pedirles deseos y hacerles ofrendas.
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Pero ¿quiénes son los aluxes?
Tal vez nunca habías escuchado de estos personajes, que desde antes de la colonia forman parte del imaginario maya y siguen increíblemente presentes en la vida cotidiana de la península de Yucatán. Según la tradición, se trata de duendes, pequeños seres invisibles que se dedican a proteger los bosques de los humanos. Cuando perciben una amenaza, asustan o hacen bromas pesadas, en signo de advertencia.
Hay que tenerles respeto, porque se dice que puede provocar desastres naturales, si se molestan mucho. La leyenda narra que son los guardianes de la selva, las milpas y los animales. Para representarlos materialmente, se hacían figurillas de barro con su forma y se les dejaban ofrendas. También se les pide por el buen clima y se les construyen casitas cerca de las milpas para que protejan los cultivos.
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¿Y por qué celebramos que la próxima secretaria le de lugar a los aluxes en su discurso?
Por supuesto la declaración de Josefa González Blanco le costó muchísimas burlas en las "benditas redes sociales"; algunas, francamente, más ingeniosas que otras. Pero hay que darnos la oportunidad de ver más allá de los chistes evidentes, las críticas burdas que se presumen ilustradas y la humilde defensa que dice "cada quien puede creer lo que se le da la gana".
Entre líneas, primero encontramos una inocente franqueza por parte de la futura secretaria. Además, su cariño y respeto a esta tradición podrían probar que, por lo menos en sentido espiritual, sus prácticas resuenan con la naturaleza y que su búsqueda es proteger a cada elemento de la misma, como lo hacen entre leyendas y las realidades plásticas de muchos, los aluxes.
Al final, el mundo, está construido por narraciones. Pequeños cuentos que nos vamos otorgando a nosotros mismos sobre lo que somos y sobre lo-que-existe-con-nosotros. Cada una de estas historias explica las tensiones que tejen la realidad. Negar o afirmar de forma contundente las narraciones que se nos cruzan, solo nos va restando posibilidades de ser.
Claro que se vale no creer en los aluxes o en cualquier fuerza discreta que elude tu narrativa; pero la necesidad de custodiar a la naturaleza mexicana es imperante y a este ejercicio están invitadas toda clase de criaturas.
Imágenes: 1) Modificación Más de MX; 2) Crédito no especificado; 3) Chico Sánchez.