Cuando se habla de la “vida bohemia en México” es imposible no remitirnos a la generación beat; a Jack Kerouac, transfigurando a letras las vidas ensimismadas del México de los años 50, o poco más, descifrando a través de su cotidianidad de excesos, el fervor de lo mexicano y las múltiples capas para llegar a develar su yo interior en esta tierra con “personalidad maternal sagrada”. Pero, si existiese un comparativo entre Jack y sus revelaciones sobre México en otro ámbito del arte probablemente sería la fotografía de Bernard Plossu.
Fotógrafo y escritor de origen francés –con cierto fervor por los reportajes visuales y los viajes– Bernard Plossu es un destacado bohemio que inmortalizó a México desde una perspectiva poco usual, encarnando la cotidianidad del mexicano en blanco y negro.
Llegó a México en 1965, cuando tenía 20 años, con nada más que una cámara de 35 milímetros en las manos. Entre ese año y los años 80s, realizó cuatro viajes a México, visitando y retratando lugares como San Miguel de Allende, Acapulco y la Ciudad de México. Sus fotografías nos retratan parecidamente el México de los beatniks; crudo, bohemio y un tanto ruin, pero siempre exuberante, efervescente, y acicalado. La siguiente serie de fotografías proviene de una reciente compilación fotográfica de su trabajo a lo largo del país titulado: ¡Vámonos! Bernard Plossu in México: