En el Valle Central de Oaxaca han sido encontrados los primeros vestigios de sedentarismo en México, asociado, naturalmente, al inicio de la domesticación de las plantas y la agricultura; la sorpresa es que el hombre de mesoamérica domesticó las plantas hace mucho más tiempo de lo que se creía.
En la ladera norte del Valle de Tlacolula fueron encontrados hasta 120 asentamientos de más de 12 mil años de antigüedad, que dan cuenta de los primeros indicios de sedentarización. Este lugar en el 2010 fue declarado por la UNESCO Patrimonio Mundial en la categoría de Paisaje Cultural, se trata de una extensión de 5 mil hectáreas.
Aquí, en el área del Valle de Oaxaca Central antes descrita, se han descubierto semillas domesticadas de calabaza del 8 000 A.C, por su parte, fueron también encontrados fragmentos de espigas de maíz (los vestigios más antiguos del cultivo de esta planta) y semillas de frijol de más de 8 mil años (se sabe que el maíz es resultado de la domesticación del teocintle, hace unos 7 mil 800 años, entonces la domesticación de este habría iniciado mucho antes).
Estas cuevas son un gran vestigio para México, aquí se guarda mucho de las información de cómo el hombre Amerindio pasó de ser uno nómada, a uno que se estableció en Mesoamérica, ligado este fenómeno, naturalmente, a la triada por excelencia de la alimentación mexicana: maíz, frijol y calabaza.