Durante su vida, Laura Aguilar se cimentó como una de las principales exponentes hispanoamericanas de la fotografía chicana y LGBT. Nacida en Estados Unidos, pero de ascendencia mexicana, nunca dejó de lado sus orígenes al momento de desempeñarse en su ámbito. Nació con dislexia auditiva, lo que la llevó a concentrarse en la parte visual de la experiencia humana. Su férreo compromiso con la carrera que eligió, de manera casi completamente autodidacta, le confirieron un ojo agudo y perspicaz, que se centró en aquello que no suele verse en el arte.
Comenzó retratando a amigos, familiares y a miembros de la comunidad LGBT, a la cual perteneció. Si bien los mensajes que transmitía con sus imágenes no eran exclusivamente políticos, siembre hubo un elemento de crítica, crudeza y denuncia en su obra. Muchas veces utilizó su propio cuerpo desnudo como modelo, para lidiar con su depresión y para visibilizar el desprecio y el acoso que pueden llegar a sufrir muchas personas por su volumen corporal o por sus orígenes raciales.
Sin embargo, su trabajo no solo se enfocaba en crear imágenes impactantes y fuertes, sino que siempre trató sus modelos y sus composiciones con un amor y una ternura que pocas veces se ve en la fotografía. Ella siempre quiso celebrar a la cultura chicana y la cultura queer, por lo que su particular perspectiva de los lazos afectivos y de las voces marginalizadas estaba cargada de cariño y de respeto.
También se dedicó a restaurar la conexión que el cuerpo humano tiene con la naturaleza. Para este efecto, llevó a cabo muchas sesiones en ambientes naturales, donde la presencia humana no se sintiera intrusiva, sino armónica. Durante los 80s, Laura Aguilar se dedicó a fotografiar parejas lesbianas latinas, la vida en los bares queer chicanos y las escenas naturales previamente mencionadas.
Afinó su técnica como fotógrafa y como creadora, hasta el punto en que sus creaciones posteriores están minuciosamente pensadas y estilizadas. Desafortunadamente, Laura murió en abril del 2018, pero el legado que dejó tras de sí será un punto de referencia para todos aquellos artistas que se sienten oprimidos o inseguros. Laura Aguilar mostró el camino para transformar las vulnerabilidades en fortalezas. Sus fotografías quedarán para la posteridad, pero todos podemos aprender de su amor, de su compromiso con el ser humano y con el mundo y de su compasión inquebrantable.
También en Más de México: retratos de chamanismo mexicano.
*Imagen destacada de: blogs.getty.edu