Cada acto en una sociedad es una manera de mostrar al mundo cómo esta concibe la vida. Por ello, los antropólogos han puesto especial énfasis en los actos colectivos para conocer la propia manera de entender la existencia.
Dentro de las civilizaciones, el nacimiento de un niño ha sido siempre uno de los acontecimientos más significativos. La manera en que una sociedad recibe una nueva vida (con los cuidados, rituales, fiestas, etc.,) que le otorga, muestra sus creencias; el lugar que ocupa la nueva vida en el curso de los que ya están en ella.
En los Altos de Chiapas, comunidades tsotsiles y tzeltales hoy continúan recibiendo el nacimiento desde técnicas ancestrales. La manera en que los nuevos bebés son recibidos; el cómo se lleva a cabo el parto, el papel de los miembros de la familia en este, etc., nos muestra una sabiduría sensible, donde, sobre todo, el padre toma un papel esencial siendo parte, todo el tiempo, de la venida del bebé. ¿Qué lazos generará entre la madre-padre-hijo lo anterior?
Características del parto maya
- La partera adquiere conocimientos de generación en generación, entre ellos, muchos de herbolaria (su oficio puede venir de herencia familiar, o bien, se ubica a las niñas que tienen el don desde niñas).
- Con toda su experiencia y luego de haber recibido decenas de bebés, promueve e implementa usanzas místicas: una ritualidad persistente pero no dominante.
- La partera, luego de que el niño ha nacido, acompaña a la madre con consejos durante los primeros días. La madre, así, siente la presencia de una persona experta que estará con ella para adecuarse a su nueva realidad y sentimientos.
- La atención del parto se realiza en la intimidad del hogar y es fundamental la participación del esposo y de los padres o suegros de la embarazada.
Ya en el parto
- La partera debe de rezar tres veces para que la mujer no tenga complicaciones y el niño salga bien.
- Para estas oraciones y ritos hace uso de refrescos y gallinas (lo hace solo la partera y de manera muy discreta).
¿Cómo es el parto?
La mujer está hincada de frente al marido (que se encuentra sentado frente a ella) y lo abraza al cuello. La partera está por detrás de la mujer para recibir al bebé. El marido, así, es cómplice y parte muy cercana a la experiencia del parto de su mujer.
La partera aprieta suavemente el vientre de la madre con la ayuda de rebozos amarrados a la cintura para ayudar a que el bebé salga con mayor facilidad.
Luego de que el niño ha nacido la partera sigue presionando hacia abajo levemente (con el rebozo) el vientre de la mujer hasta que salga la placenta.
El postparto
La partera limpia al bebé con agua caliente cuidadosamente, tratando de sacar de su boca y naríz los que pudiese tener.
Le lava la cara, hacia abajo, "porque luego tienen sueños malos".
El cordón umbilical es cortado. Si el recién nacido es niño se dejan 12 cm de largo, si es niña 6 cm.
Luego se pasa un huevo por el niño (cerrado) para evitar los malos aires.
Todos en el hogar besan al niño para que no enferme.
La partera revisa la bolsa de placenta asegurándose que está completa.
El marido hace un hoyo profundo al interior de la casa para depositar la placenta.
Luego el padre entierra la placenta boca abajo si se quiere que el siguiente hijo sea niño y boca arriba si se desea que sea una niña.
Como vemos, la venida de un bebé es un gran acontecimiento. El padre, para lección de una sociedad más occidentializada, es fundamental en el acto. ¿Imaginas a una mujer abrazada al cuello de su esposo al momento de traer al mundo a su hijo? Asimismo, el que el padre entierre la placenta de sus propios hijos, en su propia casa, lleva un simbolismo profundo.
La madre está acompañada todo el tiempo durante este proceso. Están presentes tanto lo metafísico, lo clínico y lo afectivo, en un célebre parto maya de los Altos de Chiapas.
*Fuente: Organización de Médicos Indígenas de Chiapas OMIECH