Cuando vi la obra de Carleti Lopes Traviesa, albergue de Oxxos y doctores Simis, reparé en que, aunque se tratan de corporaciones, se han convertido en parte de la estética urbana de México.
“Los Oxxos son como patrones que se repiten por todos lados. Yo no los pinto como temas exóticos sino como elementos iconográficos”, me dice el artista, un español de 39 años radicado en México desde hace cuatro.
La CDMX está llena de estímulos. México tiene color, vida, acción. Para mí en el caos que tiene veo obras de arte y situaciones siempre.
Sus pinturas son sólo espejos de lo que él ve, de lo que ‘se le queda’ al ver. “Para mi lo primero es el objeto, la repetición, y ese elemento lo voy utilizando. En el caso del aguacate me pasa lo mismo, pero lo hago como algo no pensado, es algo que me surge”.
Carleti no está interesado en representar el folclor de México. Busca sólo una relación con la estética, con el objeto, la forma y los colores. Y en el caso de la presencia del Dr. Simi en su obra, este personaje le despierta reflexiones.
“¿Una botarga que te divierte al venderte remedios contra la enfermedad? Quizá eso sea el postcapitalismo”, me dice.