México es un país mega diverso, no solo en lo cultural o lo natural, sino también en lo social. Pero en lo que todos podemos estar de acuerdo es en que la inseguridad y la violencia están presentes y son problemas pendientes de solución, aunque no todos los mexicanos las padezcamos de la misma manera ni tengamos la misma visión sobre cómo deben solucionarse.
Por otro lado, recientemente el Instituto de la Economía y la Paz (IEP) presentó el Índice de Paz México 2019. Es la sexta ocasión en que este Índice se elabora para nuestro país, y los datos más recientes son poco alentadores en varios de los indicadores.
El más "vistoso" (y también que podría llamar la atención de autoridades y líderes mexicanos) es el del costo que representó la violencia para el país el año pasado: 268 mil millones de dólares (equivalentes al 24% del PIB).
Pero ¿qué podemos hacer?
Más allá de las cifras y los datos duros —que sin duda son importantes fuentes de información para el diseño de políticas públicas— es fundamental que todos entendamos lo que estos números representan, y sobre todo, qué hacer para que estas cifras se reduzcan.
No es suficiente aspirar a la ausencia de la violencia —lo que se conoce como paz negativa—, sino hace falta desarrollar de manera permanente la capacidad de resolver los conflictos que inevitablemente surgen en la sociedad mediante mecanismos no violentos.
Busquemos la paz positiva
El concepto de paz positiva se refiere a la existencia de ciertas condiciones que aseguran en gran medida que la sociedad pueda vivir en un ambiente libre de violencia y no porque no existan problemas, sino porque las instituciones y los ciudadanos sabemos resolverlos sin afectarnos o lastimarnos.
Estas condiciones o pilares los ha planteado el IEP y son ocho. Entre ellos destacan el buen funcionamiento de gobierno, una distribución equitativa de los recursos y un entorno empresarial sólido. El gobierno y el entorno empresarial lo conforman personas con la capacidad de tomar decisiones en favor de la paz, sin importar su posición o funciones.
Por otro lado, hay pilares que entre todos podemos asegurar y poner en práctica, pues se traducen a mejorar nuestras interacciones cotidianas, sea con nuestros conocidos o con la gente con la nos cruzamos. Como lo dice el mismo IEP, "los factores sociales y actitudinales son tan importantes como las instituciones estatales".
¿Cuáles son estos pilares? Según el IMP: aceptación de los derechos de los demás; buenas relaciones con los vecinos (se refiere tanto a las relaciones internacionales como a la fortaleza de las comunidades); bajos niveles de corrupción, y libre flujo de información.
La buena noticia es que México se encuentra por encima del promedio global en varios de estos pilares: según el Índice de Paz Global (IPG), "México presenta niveles más altos de Paz Positiva que de paz negativa, lo que indica que tiene la capacidad de mejorar su nivel de paz […]"
No nos queda más que seguir haciendo nuestra parte en nuestras acciones diarias, practicando la empatía y actuando acorde al tipo de sociedad que queremos.
El Índice completo está disponible para consulta y descarga en http://indicedepazmexico.org/
*Imágenes: 1) Creative Commons; 2, 3 y 4) IEP; 5) 72kilos/Twitter.