En un país con tanta diversidad étnica como México, es especialmente importante cuidar los vocablos que usamos. Como sabemos, y mayormente por programas televisivos y cómicos de las últimas décadas, la palabra naco es común, y aunque en los últimos años su uso se ha empleado más para aludir a una persona con poca educación (modales), sin que ello tenga que ver con cuestión de dinero o clases sociales, lo cierto es que su origen, y uso, ha sido mayormente despectivo.
Sobre el origen de la palabra naco
En los diccionarios y fuentes bibliográficas, la primera vez que aparece fue en 1895, en el Diccionario de mejicanismos de Féliz Ramos i Duarte, que dice lo siguiente:
(En Tlaxcala), s.m. Indio vestido de cotón azul, calzoncillos blancos i guaraches. Naco, en otomí, cuñado.
Su origen, sin embargo, aunque coloquialmente comenzó a usarse en el siglo XIX, y muy asociado a la vida urbana capitalina, podría más bien ser otro de los nahuatilismos que tanto abundan en México (recordemos, que, aun hoy, se trata de la lengua originaria más hablada del país, con más de un millón de hablantes en todo el país), y su influencia es tal, que aludimos a palabras de origen nahua todos los días, y de hecho, el concurrente uso de los diminutivos en México, viene de esta lengua.
Según el Diccionario del náhuatl del español de México?, la palabra chinacate, que viene de xinácatl, significa «persona desarrapada o que muestra las carnes por lo raído de sus ropas”. Algunas versiones apuntan a que la palabra naco se desprendería de chinaco, y su vez, esta de chinacate.
De este modo, su nahuatlismo aplicado al español, tendría también una connotación despectiva, asociada a los escasos recursos económicos de una persona.
En 1959, vuelve a aparecer esta definición, esta vez en el Diccionario de Mejicanismos de Santamaría, que dice:
1.Del otomí naco "cuñado". En Tlaxcala, indio de calzones blancos. 2. En Guerrero llaman así a los nativos indígenas nativos del estado, y por extensión, al torpe, ignorante, iletrado.
Como observamos, en esta definición, sobre todo en su segunda acepción, encontramos rotundamente el carácter despectivo que fue tomando esta palabra. Durante siglos, y por ignoracia pura, al indígena se le señaló como ignorante, cuando, ahora, en realidad se está probando que la cultura precolombina entendía mucho mejor el rol del hombre en el mundo que la actual (he ahí la catástrofe ambiental, por ejemplo).
Luego, Carlos Monsiváis, en Días de Guardar, argumentó que su uso proviene de la palabra totonaco, después, y coloquialmente empleada para marcar lo indio "ignorantemente, asociado a lo ignorante". Según el investigador de cultura latinoamericana Paul Allatson, su uso popular es mayormente chilango, nació en la Ciudad de México como un fenómeno urbano, y de algún modo para denostar a la migración rural, luego se fue propagando, malamente, al resto de la República.
La palabra naco es recurrente en películas, literatura. Aunque, según una encuesta de la UNAM, en las últimos años se ha ido despojando de su significado despectivo, asociado a la supuesta ignorancia del indígena, para referir, simplemente, pocos modales, sin importar la clase social a la que pertenece.
Aún así, por su origen, y carga cultural que conlleva, quizá sea momento de dejar de usarla, como una manera de honrar a los pueblos originarios, a los que, curiosamente, el tiempo les ha dado la razón.
*Fuentes:
Bürki, Yvette, Prácticas Discursivas y Estereotipos: la figura del naco en la sociedad mexicana actual
Bautista Rojas, Carlos, (2015) El término “naco”, ¿Siempre ha sido Despectivo?. Algarabía