En México, en la época prehispánica, se utilizaba la planta del Tepezcohuite, que llamaba la atención por sus múltiples beneficios. Este árbol tipo arbusto se utilizaba por los mayas desde hace más de 10 siglos como cura para enfermedades especialmente de la piel, como regenerativo celular natural. El árbol por lo regular crece en climas cálidos y húmedos, como bosques tropicales y pastizales.
El árbol del Tepezcohuite, es un árbol que únicamente crece en México, su nombre científico es mimosa tenuiflora, se caracteriza por ser espinoso; tiene pequeñas flores blancas, hojas alargadas y un fruto oblongo, además su es tronco leñoso y mide aproximadamente 8 m de alto, y entre 10 y 15 cm de diámetro.
La parte del árbol del Tepezcohuite que se utiliza en herbolaria es la corteza y tiene las siguientes propiedades medicinales naturales:
– Cicatrizante, es utilizado con éxito para sanar quemaduras poco profundas. Se ha probado en personas con quemaduras de segundo y tercer grado, en un 60% se ha observó una aceleración de la reconstitución de la epidermis.
– Antiinflamatorio de la piel.
– Antiséptico, se recomienda para las infecciones cutáneas.
– Antimicótico, combate efectivamente los hongos cutáneos.
– Rejuvenecedor.
– Antibiótico (en la corteza del árbol)
– Estimulante.
Actualmente el árbol del Tepezcohuite tiene usos en la cosmetología y farmacología por sus propiedades regenerativas, se utiliza en un gran número de cremas, aceites, shampoo, jabones ecológicos, lociones, talcos, etcétera, mezclado con algunos otros elementos como colágeno, elastina y protector solar aumenta la eficacia de los tratamientos.
Sus usos más prácticos son: suavizar la piel, ulceras, pie de atleta, varices y lesiones cutáneas como manchas y acné.