Los textiles tradicionales son una suerte de segunda piel. Pero esta capa manifiesta de forma creativa lo que se encuentra al interior; así estas pieles no son un asunto de apariencia, sino de significados. Aunque sean profundamente hermosos en su forma, lo que los vuelve realmente especiales es lo que están implicando.
En México son muchos los grupos indígenas que destacan por su espectacular arte textil. Algunos son tan apreciados que grandes diseñadores de todo el mundo decidieron simplemente copiarlos (asunto francamente deleznable). Y es que definitivamente hay en ellos algo seductor, que llama a la mirada en un sentido complejo.
Casi todos ligan sus hermosos patrones con fragmentos de la cosmogonía de sus grupos de origen; así, los símbolos que ahí se presentan son en muchos casos sagrados o narran mitos que existen en el imaginario colectivo de cada comunidad.
Los colores y materiales también cuentan una historia, no solo en el sentido espiritual, también porque están hechos con materias primas extraídas de las regiones de donde cada textil es originario. Los hilos de lana o algodón se tiñen con flores, semillas, insectos, frutas que también forman parte de la gastronomía y otros rituales de cada cultura.
Y claro: cada diseño es diferente. No solo se aprecian distintos patrones relativos a cada una de las comunidades. Un diseño es único porque, por su proceso artesanal, cada pieza mantiene particularidades que remiten al momento en que fue hecha, a las emociones que emanaban de quien lo fabricó con sus propias manos.
Estas son solo algunas razones por las que nos resultan tan especiales. ¿Crees que puedes reconocer el origen de algunos patrones emblemáticos? A continuación, te invitamos a poner a prueba tu amor por esta increíble tradición artesanal.