Encienden el cielo como si fueran astros, así son los globos de cantoya. Su invención también resulta un descubrimiento y orgullo, pues estas aerodínamicas piezas fueron hechas por un mexicano. El nombre de su creador fue Joaquín Cantolla y Rico.
La infancia y adolescencia de este creador estuvo marcada por su ingenio y la suerte. Tanto así, que se sabe que él pudo haber sido parte de los miles de estudiantes que fueron asesinados durante la toma de Chapultepec, pero debido a que día antes había tenido un accidente con pólvora, Joaquín tuvo la suerte de ausentarse esos días.
Esta prueba de suerte y atino parecía asegurar que Cantoya daría más de qué hablar y así fue. Durante los siguientes años, la curiosidad que hizo que Joaquín se accidentara con la pólvora, lo volvió un revolucionario en el campo aerodinámico. Todo comenzó con la llegada de los hermanos Wilson a México en 1863. Su visita no se debía a cualquier motivo, habían visitado el país para mostrar sus globos de helio y darle un paseo a quienes pudieran pagar y se atrevieran a subir en ellos.
Joaquín fue uno de los decididos y al subirse en uno de estos globos, no sólo disfrutó el gran viaje que éste le otorgaba -además del increíble paisaje mexicano que vivió desde esa perspectiva- sino que observó de manera cuidadosa la maquinaria con la que estaban construidos los globos. Después de que su viaje por el cielo había terminado, Joaquín descendió del globo con los pies en la tierra, pero con la cabeza en las nubes. Se había vuelto un soñador y con una meta: crear los primeros globos en México.
Pronto Joaquín se asesoró con otros expertos en la materia y dio lo que se conocería en México como globo de Cantoya, los cuales eran utilizados para festividades en el país. En total, los globos que realizó el inventor fueron tres, de los cuales destaca Vulcano, su globo más grande y, hasta tal vez, preferido.
La invención de los globos de Cantoya, no sólo nos demuestran que el genio y curiosidad de una persona puede hacer la diferencia, sino que los sueños de cada individuo pueden realizarce, siempre y cuando se planeen con los pies en la tierra.