Históricamente el museo y las instituciones públicas vinculadas al arte han estado muy ligadas a un círculo entre “entendidos”. Para el artista de calle, el que vive marginado, los muros y paredes son una manera de generar códigos, identidad, y también rebeldía.
Con el tiempo aparecieron profesionales del arte urbano o callejero, el cual fue convirtiéndose en un oficio que ahora encuentra cabida en proyectos públicos. La percepción de las personas también ha cambiado respecto a este rubro. El arte callejero es una gratuita muestra de talento, color e identidad, de un gran valor.
Como parte de este tipo de proyectos en auge surgió en Ecatepec, Estado de México, el proyecto #LaCalleEsTuya. Se trata del corredor de arte urbano más grande de México; en 5 kilómetros de bardas y casas han sido creados decenas de murales.
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El proyecto, además, es particularmente bello, ya que fue concebido para poder ser visto desde 40 metros de altura desde el Mexicable, el primer teleférico en el país abocado como transporte público y ecológico: se mueve gracias a la energía eléctrica y solar y no genera desechos a lo largo de 4.8 kilómetros, siete estaciones y 185 cabinas.
Entre los artistas que han creado estos megamurales, están Guido Van Helten, Jonh Pugh, Farid Rueda o David Flores, entre otros.