Cuando decimos que las fotografías de Paloma Rincón son vibrantes, es en serio. En ellas hay algo ineludible que captura el ojo y más que un elemento concreto, ese algo es una sensación que emerge del conjunto: entre colores brillantes, hermosas composiciones y una sospecha de que, lo que ahí se presenta es un mundo cargado de significado.
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La fotógrafa mexicana ahora vive y trabaja en Madrid, pero en ella y su hacer se manifiesta algo que evidentemente se originó en otro lado. Su estilo definitivamente hace eco profundo con su profesión: la fotografía publicitaria; sus imágenes tienen un acabado impecable y siempre están sugiriendo algo que no termina de concretarse en el encuadre. Ella les llama juegos visuales y sin duda hay una invitación en su obra que apuesta por lo lúdico. Paloma dice:
La fotografía me permite trabajar con elementos del mundo real y descontextualizarlos para formar pequeños universos que de alguna forma representan de manera icónica conceptos o ideas que me gusta explorar.
Y es que su proceso implica mucho más que capturar un momento, Paloma se dedica a montarlo, a ensamblar la escena con lujo de detalles, contruyendo preciosos —y ya muy característicos de su trabajo— bodegones contemporáneos.
"Mexican Pink" es una serie dedicada a bodegones inspirados en nuestra tierra. Nombrada para hacer honor el mítico rosa nacional, este proyecto es enteramente personal y el resultado final trae a presencia los hermosos colores mexicanos, los sabores, los olores y sin duda también, la rica y fina tradición artesanal local. En palabras de Paloma:
Todo lo que hacemos ahora se nutre inevitablemente del pasado, ya sea de la tradición o de expresiones artísticas anteriores que se van adaptando a las nuevas épocas. Nada es nuevo del todo pero sí se puede aportar una nueva mirada a algo ya existente. Hay muchas maneras de abordar un tema desde un nuevo punto de vista y con ello generar algo diferente.
Es claro que, con su hacer, Paloma está honrando nuestras tradiciones, pero también se permite encuadrarlas desde lugares insospechados, recordándonos que el ingenio es vital en la práctica creativa. Solo a través de la re-creación y la experimentación nos podemos encontrar con nuevas formas de leer e inventar el mundo que nos rodea. En ese sentido, "Mexican Pink" se vuelve también una pregunta por la identidad.
Me intereso mucho por técnicas de todo tipo y sobretodo las que tienen más conexión con lo hecho a mano […] Intento incorporar en mi trabajo formas de trabajar con materiales que aporten algo diferente y que a la vez tengan identidad.
Y la búsqueda termina bien. Aunque en su obra Paloma utiliza elementos típicos, con los que cualquiera de nosotros podría relacionarse o por lo menos puede reconocer, no deja de de-construirlos y re-construirlos, como diciendo que no somos solo los clichés. Es claro: ser mexicano es mucho más que eso. Para Paloma esta identidad es casi una forma de sentir el mundo:
Para mí el ser mexicana tiene asociada una forma de haber crecido, haberme relacionado y estimulado con el mundo de los sentidos a muchos niveles. Es una manera de entender el mundo a partir de las texturas, los olores, los colores y los sonidos. Esa riqueza artística y gastronómica además va acompañada de un gran peso cultural.
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