De alucinaciones a artesanías típicas de Oaxaca, los alebrijes han forjado la cultura de este estado a lo largo de los años. Estas figuras de colores vibrantes y alegres son seres imaginarios que trascendieron la línea de lo abstracto y se conformaron con una presencia en la tercera dimensión.
Cuenta la leyenda que en 1936, Pedro Linares López, experto en cartonería, enfermó y cayó en un profundo sueño. En él, vio las criaturas más extrañas que cambiarían su destino como artesano en la Merced, ciudad de México:
Si bien él sentía que todo estaba en calma, sin dolor ni incomodidad, en un mundo de árboles, nubes, rocas y animales, se encontraba en un espacio con animales de una naturaleza extraña: burros con alas, gallos con cuernos de toro, leones con cabezas de perros. Cada uno de ellos comenzaban a susurrar, hablar, gritar, vociferar: "‘¡Alebrijes!". Y mientras recorría un sendero de piedras, vio a lo lejos a un hombre que caminaba tranquilamente, así que le pidió que le ayudara a salir de aquel lugar. Sin embargo, el hombre no pudo ayudarlo, provocando que Pedro corriera hasta quedar frente a una ventana estrecha por la que apenas pudo escabullirse. En ese momento, despertó.
Al despertar, Linares López intentó recuperar del mundo del inconsciente a esos seres extravagantes. Sencillamente quería que familiares y amigos conocieran a esos animales fantásticos de un mundo que inclusive él desconocía. Por lo que usando sus habilidades como cartonero, Linares tomó un pedazo de papel, moldeó esas figuras oníricas y las bautizó como "alebrijes". Desde ese entonces y durante casi 60 años, Linares trabajó para crear nuevos diseños y así dejar una herencia cultural que se reconoce internacionalmente.
Actualmente los alebrijes no sólo son considerados artesanías, también inigualables obras de arte. Por lo que han comenzado a producirse con mayor precisión, principalmente en San Martín Tilcajete, Oaxaca.
En este sitio, la elaboración de los alebrijes es una tradición familiar. Inclusive, cada miembro de una familia regular posee el conocimiento de tanto de la preparación de la madera como los pasos de la producción artística. Desde su nacimiento, los habitantes de este pueblo oaxaqueño crecen ligados a la elaboración de figuras oníricas como parte de su estilo de vida: entre troncos de copal, herramientas de esculturas, pinturas, exhibiciones y comercializaciones. Por ello San Martín de Tilcajete es un lugar que impulsa la creatividad visionaria de artistas, comerciantes y habitantes.
Si bien antes se producían sólo animales oníricos, actualmente hay una nueva ola de alebrijes que incluyen dragones, monstruos, marcianos, etcétera. Se trata de una nueva iniciativa artesanal que se encuentra renovándose constantemente… Después de todo, es el lenguaje del inconsciente que intenta trascender en el aquí y ahora.
1)Wikipedia; 2) Focoltura