Si hay una banda que figura en el soundtrack de la vida de prácticamente todos los mexicanos, esa debe ser Café Tacvba. No a todos les fascina, pero sus icónicas melodías han encontrado la manera de colarse en nuestras más preciadas memorias. Así, la voz de Rubén Albarrán y los ritmos de los tacvbos, tienen el poder de evocar dulces nostalgias.
Por otro lado, nunca los habías visto como se presentan en este pequeñísimo concierto. "Cafeta" tuvo recientemente una aparición en los "Tiny Desks Concerts", un proyecto de la Radio Pública Nacional estadounidense en donde distintas bandas son invitadas a compartir un repertorio corto (de menos de 20 minutos), interrumpido de forma esporádica por comentarios íntimos sobre lo que sienten y piensan de su propia obra.
La presentación de Café Tacvba es un auténtico dulce, para deleitar a cualquiera. Aprovechando la intimidad del formato, se dejan llevar por el disfrute de su propia música y esto se aprecia deliciosamente en el video con risas, sonrisas, chistes y miradas de complicidad entre los miembros de la banda. Además, se permiten entregar versiones únicas de las piezas que eligen compartir, jugando con las posibilidades de estar "unplugged". La voz de Rubén suena madura, muy distinta, pero, simultáneamente es la que ya conocemos muy bien, es dulce y fantástica.
La presentación comienza de inmediato con "Olita de altamar", una canción de su álbum "El objeto antes llamado disco" de 2012. Con los espíritus bien animados, hacen sonar este precioso son que, posteriormente Rubén dedica a "nuestra preciada agua, nuestra agua sagrada; no a la minería, ni al fracking. Es para todos los humanos y los seres vivos." Así, nos recuerda que su práctica artística está íntimamente ligada a su activismo y a través del son nos invita a compartir su postura.
Después de la dedicatoria, comienza "Diente de León", una de las nuevas, que habla sutilmente de la armonía ambiental y con la naturaleza. El arreglo sonoro es una auténtica belleza.
A continuación, lleno de energía nos regala, una vez más, "Las Flores", no sin antes platicar que cuando tocan esta canción en vivo, le piden a los asistentes que levanten las manos, para poder ver un "hermoso jardín de flores distintas, de distintos colores" y entre risas también anota que se pueden oler "diferentes perfumes", los sudores, claro y emociones de quienes están ahí. Para cerrar, nos dejan con "Que no", una linda canción de su nuevo disco (Jei Beibi).
La experiencia es muy agradable y aunque sea un video, pieza unilateral, la intimidad desborda y nos llega. Está claro que las ganas de compartir vibran en frecuencia sonora. Y algo más se activa. Los tacvbos nos regalan así una pausa de la vida intensa en este ejercicio que también es una especie de activismo, un activismo cuya causa es el alma, el corazón o algo así…