La economía es una estructura comunitaria. Cada decisión que tomamos con respecto a nuestro consumo de bienes y servicios, afecta la manera en que nos desenvolvemos como colectividad.
Consumir productos mexicanos es una forma de reforzar la economía interna, pero ese no es el único beneficio ligado a esta decisión. Pongamos sobre la mesa el hecho de que las pequeñas y medianas empresas son la médula espinal de la economía local. En ese sentido, no se trata de que dejes de consumir productos importados por completo, en tu día a día puedes intercambiar casi todas las cosas por sus versiones hechas en México y por pequeños productores o productores artesanales.
La calidad de lo Hecho en México
Hay bienes y servicios mexicanos de muy buena calidad y cada vez hay más opciones ligadas al comercio justo y sustentable con el medio ambiente. Al elegir lo hecho en México, y sobretodo al privilegiar con tu consumo aquellos productos mexicanos de mayor calidad, estás impulsando el perfeccionamiento de la producción nacional: a fin de cuentas contamos con el talento y la calidad de insumos suficientes para producir cosas con los más altos estándares de calidad. Así, al elegir productos mexicanos antes que los extranjeros, estas activando un engranaje que tiene consecuencias en múltiples niveles.
Comprar local es definitivamente más sustentable.
1. Transportar bienes es una forma de producir emisiones de gases de efecto invernadero que puedes evitar.
2. Al comprar local estás apoyando el consumo de materias primas locales. Así no se benefician solamente los que te venden, también las comunidades que explotan sus propios recursos.
3. Cuando compras local es mucho más fácil rastrear la historia de lo que estás consumiendo y puedes asegurarte de consumir productos que utilicen materias orgánicas, obtenidas sin dañar al medio ambiente y sin aprovecharse de los trabajadores o los dueños de de esas materias primas.
El consumo consciente como herramienta de conservación natural y cultural
México posee una desbordante riqueza natural y cultural, lo que se traduce en una vasta diversidad de insumos y técnicas de producción. Al comprar lo hecho en México, en especial lo generado por pequeños productores, apoyase esta diversidad y promueves su conservación –tanto de insumos naturales como de técnicas tradicionales.
Comprar local también es una forma de reivindicar tradiciones, creencias, símbolos y líneas culturales que se han estado abandonando para seguir la tendencia que dictan los mercados. Mientras que es muy relevante que al comprar local estás promoviendo una economía interna sólida, mucho menos vulnerable a las crisis, también estás reviviendo prácticas mexicanas que podrían estar al borde de desaparecer.
Distribución de la riqueza
Al comprar local no sólo estás apoyando a las PYMES y a los pequeños productores. Esto facilita una mayor distribución de la riqueza lo cual a su vez permite que más mexicanos vivamos en mejores condiciones económicas. Cuando compras local y, como criterio complementario, cuando compras a productores pequeños y artesanales, estás apoyando el movimiento de distribución equitativa de la riqueza económica.
Una forma sencilla de empezar a consumir mexicano,
Asegúrate de que todo lo que comas sea producido en México y que, si te es posible, sostenga la vida digna de otros mexicanos, y no dañe al entorno. Te invitamos a que también dediques una buena porción de tu consumo de alimentos en el mercado o en puestos callejeros, a pequeños productores, artesanos, es una forma de apoyar la vuelta al campo y, por lo tanto, la autosuficiencia alimentaria. En México las sociedades que son agricultores de tradición están decayendo, pero no es difícil traerlas de vuelta.
*Imagen principal: Franco GDL – flickr / CC