Siendo el maíz parte medular de la cultura mesoamericana, y el alimento sagrado por excelencia, no resulta extraño que este fuese fundamental en la tradición mágica de estas tierras. El maíz ha sido usado con fines adivinatorios por numerosos grupos indígenas desde hace milenios, mayormente para encontrar personas u objetos perdidos, conocer el futuro, y sobre todo para explicar, diagnosticar y encontrar la curación de las enfermedades.
El arte de "leer el maíz" aparece en ciertos códices prehispánicos, lo que prueba su importancia en la cultura Mesoamericana, como el caso de Códice Tudela, donde es manifiesto que el adivinador echaba el maíz en en una tablilla, o el Magliabechi, donde se apunta que 20 granos de este se arrojaban en una concha.
En el Tudela se señala:
Unos granos de maíz y frijoles, y que si los primeros al caer en medio un vacuo [vacío] a manera de campo, de tal modo que estuvieran alrededor, era señal que le iban a enterrar [al enfermo], si los granos de maíz se apartaban la mitad a una parte y la mitad a otra, para que pudiese hacerse una raya derecha de por medio, sin tocar a ningún grano, era señal que la enfermedad se había apartado del enfermo y sanar.
Por su parte el misionero franciscano, Toribio de Benavente, conocido como Motolinía, quien también ofició como historiador, hace referencia al arte adivinatorio por medio del maíz: “Echaban un puñado de maíz de lo más grueso que podían haber, e lanzábanlo siete u ocho veces como lanzaban los dados, y si algún grano quedaba enhiesto, decían que era señal de muerte”. Asimismo: “Si a alguno se [le] perdía [cosa] o animal o ave, hacían ciertas hechicerías con unos maíces, y miraban en un lebrillo de agua, y dizque allí veían lo que el lo tenía, y la casa a do estaba, y si era cosa viva, allí les hacía entender si era muerta o viva”
Maíz y adivinación
Es tan grande la importancia de la adivinación por medio del maíz que incluso está presente en los mitos mesoamericanos más antiguos sobre la creación de la humanidad. Después de que los dioses Tonacatecuhtli y Tonacacíhuatl crearan a los cuatro Tezcatlipocas, por órdenes de Quetzalcóatl y Huitzilopochtli, quienes después de crear el fuego y “medio sol”:
Luego hicieron a un hombre y a una mujer: al hombre le dijeron Uxumuco y a ella, Cipactónal. Y mandáronles que labrasen la tierra, y a ella que hilase y tejiese. Y que de ellos nacerían los macehuales, y que no holgasen, sino que siempre trabajasen. Y a ella le dieron los dioses ciertos granos de maíz, para que con ellos curase y usase de adevinanzas y hechicerías y, ansí lo usan hoy en día facer las mujeres.
También, en el Popul Vuh se narra que los ancianos Ixmucané e Ixpicayoc echaron la suerte del maíz y del tz’ite para saber el material con el que debían ser fabricados los nuevos hombres.
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Yolotl González Torres, nos cuenta en su completo artículo "La adivinación por medio del maíz", que grupos indígenas como los nahuas, huastecos, mazatecos, tsotsiles, tlapanecos, purépechas, mixes, zapotecos y yucatecos aún siguen practicando la lectura del maíz. Se trata, sin embargo, de una práctica que ha ido en declive, pero que bien podría rescatarse a partir de una nueva revaloración actual.
*Fuentes:
La adivinación por medio del maíz de Yolotl González Torres; 2)Códice magliabechiano, fols. 78r y 77v
*Imágenes: 1)petryknorberto.blogspot.mx