El corazón era, según lo muestran la lengua misma y la literatura indígena, la fuerza vital por excelencia.
Miguel León Portilla
Podría decirse que los humanos “somos un conjunto de creencias”, un ser cuya historia de vida está enormemente basada en ellas. Las creencias definen en gran medida la realidad y relación con el mundo, por ello estas sean quizá la parte medular de la cultura: de ahí se desprenden el arte, religión, política, educación, etc.,
Ahora, la las creencias en las antiguas civilizaciones se manifiestan profusamente en su mitología, y de ahí suele desprenderse la religión. Lo símbolos y significaciones mitológicos guardan una relación estrecha con la "manera de ser de esa sociedad".
La civilización azteca llevaba una vida sumamente religiosa, y el mayor símbolo de la “posibilidad de la vida humana” estaba centrado en el corazón. En este artículo desglosamos la significación del corazón para los mexicas, cuyo enorme simbolismo se manifiesta sobre todo en el “lugar” que ocupaba en su religión. Basamos este texto en un artículo del gran estudioso de la cultura nahua, Miguel León Portilla.
Estatua mexica de un corazón del posclásico tardío
El corazón
Quizá, intuitivamente, la mayoría de las civilizaciones dieron un lugar primordial al órgano vital, el corazón. Ninguna persona perece con tanta rapidez como cuando el corazón se daña fuertemente; es el “cronómetro” de la vida humana. Para los mexicas este no fue la excepción y formó parte imprescindible de su sentido como sociedad.
En la lengua
La gran importancia que los mexicas confirieron al corazón se entrevé en el significado etimológico de la palabra. Corazón en náhuatl se dice yolótl, cuya raíz viene de yoli, que significa "vivir". Así, al referirse al corazón, directamente se hacía referencia a la vida misma.
La importancia del corazón como señala León Portilla se manifiesta en la literatura (arte), lengua y religiosidad mexica. Exponemos algunos ejemplos:
En la literatura
Algunos fragmentos poéticos exhiben al corazón como metáfora (tal como lo hacemos actualmente). Cuando se habla del corazón se habla de la parte más profunda del ser, íntima, la más sincera, pura por antonomasia. Cuando se alude al corazón, entonces, se refiere a la parte más “verdadera” del ser humano.
Como ejemplo el siguiente fragmento:
Mi corazón lo sabe:
escucho un canto,
contemplo una flor,
¡ojalá no se marchiten! (21 v.).
En Tamoan que alucina,
hago que abran sus alas los cisnes,
en la casa de Tamoanchan
está el libro de tu corazón,
es él tu canto (24 r.).
En la mitología y religiosidad
Aquí es quizá donde se manifiesta con mayor ímpetu la importancia y gran significado que el corazón tenía para los mexicas.
El corazón y el agua preciosa, chalchíuhatl, que es la sangre, se conciben inextricablemente ligados a la vida. (…) Yóllotl, el corazón, concebido como esencia de la vida, era el don más valioso con el que podían retribuir los humanos a los dioses. al ofrendar al Sol sangre y corazón, lo fortalecían e impedían el acabamiento de la edad cósmica en que vivían.
Según la investigadora Bertina Olmedo Vera, la leyenda sobre el nopal y la serpiente como el signo para la fundación de Tenochtitlán está vinculado enormemente a otro mito que involucra un corazón. Del corazón de Cópil, sobrino de Huitzilopichtli, manó el nopal insigne de la identidad mexica.
Podría decirse, entonces, que el corazón es el símbolo más sagrado para los mexicas, tanto en su relación con los dioses como en su relación perenne con su “propia voz”, su “yo” más íntimo.
*Fuente:
*Significado del corazón en el mundo prehispánico de Miguel León Portilla.
*Imagen: Estatua mexica de un corazón, posclásico tardío/ Museo de Antropología 2016.