Sabemos que México, tanto durante la Primera Guerra Mundial, como en la Segunda, ocupó geopolíticamente un lugar estratégico por su proximidad a Estados Unidos, y también por ser un importante productor de petróleo. El mexicano Juan Alberto Cedillo, luego de 20 años de estudiar archivos antes reservados en Estados Unidos y que han ido develándose desde 1986, ha encontrado fascinantes historias sobre el grupo de espías nazis que vivieron en México en los 40´s.
Una de ellas, sorpresivamente para muchos, es la actriz Hilda Krüger, y sobre ello Cedillo recientemente ha publicado el libro Hilda Krüger, vida y obra de una espía en México. Ella se coló al círculo nazi más alto, fue amante de Jospeh Goebbels, el ministro de propaganda nazi. Tuvo qué salir de Alemania debido a los celos de la esposa de Goebbles y llegó a Hollywood muy bien cobijada por la elite nazi.
Aunque su carrera de actriz no avanzó, se codeó con la élite de Estados Unidos y llegó a ser amante de Jean Paul Getty, el multimillonario petrolero, ahí, en ese entorno escuchó a William Rhodes Davis asegurar que desde 1938 compraba petróleo para enviarlo a la Alemania Nazi. Por sus informes, en ese momento su misión cambió a México, la encomienda de Krüger sería enrolarse con el círculo político más alto y conseguir que este país abasteciera de petróleo a Alemania, en cuyos planes estaba la invasión de la Unión Soviética y para cuyo fin necesitaría de abasto energético.
Krüger en México
A esta mujer es común verla en fotografías junto a Mario Moreno "Cantinflas" u otros personajes, y mientras rodaba algunas películas en la Época de Oro del Cine Mexicano, sus planes geopolíticos eran prácticamente insospechados. Su próximo amante fue Ramón Beteta, que había sido subsecretario de Exteriores y estaba vinculado al banco central; también de Miguel Alemán Valdés, Secretario de Gobernación (y quien después sería presidente). Desde esta "intimidad" consiguió datos estratégicos sobre los energéticos.
La entrada oficial a la guerra por parte de Estados Unidos, sin embargo, significó la oposición frontal de este país para que México se involucrase ayudando a Alemania. La carrera de Krüger como actriz, aunque filmó un par de películas más en el país, fracasó, aún luego de su intento por reactivarla en Suiza en 1958.
La ruina de mundo nazi significó el fin de sus contactos, el fin de su carrera, y solo más de 50 años después, el desplome del personaje que vino a formar en México tal y como fue conocido.
Cabe anotarse, sin embargo, la peculiaridad que Cedillo señala: haberse codeado también en círculos intelectuales, y su curiosa aportación al feminismo mexicano al escribir libros sobre La Malinche y Sor Juana bajo el aire de la reivindicación de la mujer.