Porfirio Díaz no sólo fue uno de los dictadores más influyentes en la cultura mexicana, también el primer actor del cine que tuvo este país. Fue en 1896 que el distinguido presidente de la época apareció en el filme El presidente de la república paseando a caballo en el bosque de Chapultepec, causando furor entre los espectadores al no lograr distinguir entre realidad y ficción.
Pese a la sencillez de la película, en donde don Porfirio Díaz sólo cabalga en el bosque de Chapultepec, es considerada uno de los primeros síntomas de una revolución artística del país. Pues junto con otras 34 películas que tuvieron lugar en la ciudad de México, Bernard y Veyre decidieron registrar diversas escenas costumbristas que enaltecían el exotismo que se presentaría eventualmente en el cine mexicano a lo largo de su historia. Entre ellos se encuentra Un duelo a pistola en el Bosque de Chapultepec –1896–, la cual narraba la historia basada en un hecho real, entre dos diputados en el Bosque de Chapultepec.
Los franceses decidieron mostrar a Díaz como parte de una tendencia en la que el cine reflejaba a los personajes famosos realizando sus actividades cotidianas y oficiales. Por lo que el distinguido primer actor apareció en las grabaciones sobre actos políticos como la campana de Dolores al Palacio Nacional.
Esto fue realmente un avance tecnológico que permitió el desarrollo cinematográfico y gubernamental en México. El cine en el país no sólo permitió que directores y productores vieran un futuro comprometedor, también funcionó como herramienta gubernamental para conocer las regiones más recónditas. Gracias a los trabajadores de los primeros realizadores mexicanos, como Salvador Toscano –desde 1898–, Guillermo Becerril –desde 1899–, los hermanos Stahl y los hermanos Alva –desde 1906– y Enrique Rosas –desde 1906–, se evidenció una unicidad visual para los habitantes de todas partes del país. Inclusive, hasta se realizaron documentales sobre las visitas del presidente Díaz en Yucatán.
A continuación te compartimos la primera película que se grabó –y produjo– en México, cuyo protagonista fue el expresidente Porfirio Díaz: