Lo que acontece frente a nuestros ojos, pocas veces explica cómo se teje nuestra existencia en la intimidad del cuerpo y las emociones. Este corto animado mexicano es una bella prueba de ello.
Toda la historia de Lluvia en los ojos acontece en el complejo engranaje de la memoria del personaje principal, Sofía. Una niña que, mientras se recupera de una fisura del brazo, recuerda a su abuelo y el vacío que dejó su muerte. Esa parte de ella misma que se fue con él y es irreplicable. Y ese mirar al pasado, la deja con un nuevo presente.
Ver este corto animado mexicano exquisitamente curado, desde el guión hasta el stop motion, garantiza una experiencia estética similar a la de estar inmerso en medio de un mar de neblina (donde no se ve nada, pero afloran las pulsiones más profundas). Tanto así que Lluvia en los ojos, de Rita Basulto, recibió en el 2013 el Premio Ariel por el mejor cortometraje de animación.
La dirección, fotografía y guión estuvo a cargo de Rita Busalto. La producción ejecutiva estuvo en manos de Juan José Median y la animación de la directora, León Fernandez y Luis Téllez.
El inusual hilo conductor de este relato es la relación que Sofía, de 7 años, desarrolla con un pequeño rinoceronte. Juntos, crean una atmósfera particular que borra las fronteras entre la realidad y la fantasía para revelar que, al final de cuentas, lo único que tenemos en cada instante es el sentido que le damos.
Si disfrutaste de este corto y el gran trabajo creativo de todo el equipo, es posible que disfrutes de su cortometraje anterior: El Octavo día de la creación (2003) que mereció el primer Ariel de la directora (compartiendo créditos con Juan José Median).
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