Lo hemos advertido en numerosos artículos previos: el maíz fue el eje de la cultura de la sociedad mesoamericana, que basó en su generosidad su sustento, y también su mitología, religiosidad, arte, etc..,
El maíz fue creado por los hombres del México antiguo a partir del teocintle, una gramínea con la cual fueron experimentando genéticamente mediante controles de polinización. Se trató de una de las tecnologías genéticas sin necesidad de transgénicos de mayor importancia en la historia de la humanidad.
Hace poco, en cuevas del valle de Oaxaca se descubrió la semilla domesticada más antigua de América (de unos 10 mil años de antigüedad), se trató de una semilla de calabaza. Sin embargo, el maíz fue el cimiento de toda una cultura por las posibilidades nutricionales que brindó y la abundancia y facilidad con que puede darse.
Ahora, un grupo de científicos confirmó haber encontrado la semilla de maíz domesticado más antigua, de hace unos 5 mil 300 años, en cuevas de Tehuacán, Puebla. En las 3 muestras encontradas, los especialistas encabezados por Ángel García Cook y Jean-Phillipe Vielle Calzada encontraron que en el proceso de mejora genética, fueron perdidos algunos genes útiles contra ciertas bacterias: con estas muestras encontradas es posible recuperar estos genes y proteger al maíz sin necesidad de maíz transgénico. En palabras de Miguelbueno:
Tener estos maíces es un parteaguas porque fueron los que empezaron a sustentar a estas culturas (precolombinas), fueron parte esencial de la tecnología agrícola por la cantidad de nutrientes que aportaron“.
Los resultados de los estudios confirman que la domesticación del maíz fue el parteaguas para la formación de las civilizaciones en Mesoamérica.
*Imagen: Pintura de Pedro Diego Alvarado /archivo.estepais.com