Si bien lo más representativo de este mágico pueblo del estado de Jalisco es todo lo relacionado con el aguardiente que toma su nombre, histórica pócima fuente de legendarias anécdotas, Tequila es mucho más que agave y destilerías.
La tierra mundial del agave cuenta con sitios de interés como la plaza de armas de Amatitán, el Templo de Santiago Apóstol, la Capilla de los Desamparados y los santuarios de Guadalupe y Santa Cruz, todos ellos recintos que vale la pena visitar, aparte de seguir con los obligatorios tours por la ruta del tequila.
Cualquier tour que tomes por los azules campos de agave, tendrá como mínimo una generosa cata de los más finos tequilas; olvídate de las "palomas" que te tomas en un bar, la tesitura de lo que aquí probarás no tendrá comparación con nada que hayas probado antes.
Los recorridos incluyen paseos por los campos de agave, las destilerías y las casas productoras y distribuidoras más representativas de este licor, con el fin de darte la idea más completa del proceso artesanal que representa producir esta tradicional bebida mexicana.
Te recomendamos ampliamente darte una vuelta por la Quinta Sauza, Casa Herradura y Mundo Cuervo, tres destinos imprescindibles donde podrás degustar las reservas más exclusivas de las casas tequileras del país, así como del Museo Nacional del Tequila y el Agave Express, un tren temático que te llevará directamente a las plantaciones de agave.