Los hongos mexicanos forman parte de tradiciones históricas de los pueblos originarios del país, pero no sólo eso, el curso de la evolución del planeta está estrechamente vinculado a ellos.
La tecnología natural es inagotable. Cada helecho, árbol, nube, montaña, hongo o piedra resguarda un nivel de sofisticación que apenas podemos intuir. El cúmulo de conocimientos que hay sobre el mundo natural es insuficiente para explicar los sistemas bajo los que opera el planeta y todo aquello que lo conforma. Aunque se tenga la esperanza de poder entender la realidad o encontrar el hilo negro de la existencia, es bueno saber que la totalidad tal vez nunca se revele, quizá porque esa unidad de medida ni siquera es relevante.
Dicho eso, hay algo sumamente valioso en los vínculos que podemos tejer con otras formas de vida a partir de la información que existe sobre ellas, que como lentes encuadran perspectivas y posibilidades. Y cuando nos asomamos al mundo de los hongos mexicanos se desdoblan ricos universos a diferentes escalas.
El inagotable mundo de los hongos mexicanos
Los hongos tienen múltiples propiedades. A lo largo de la historia diferentes culturas los han utilizado en el plano culinario, medicinal y espiritual. Sin importar las latitudes, estas formas de vida se vinculan estrechamente con lo ritual y lo divino. En Europa se pensaba que los hongos brotaban como resultado de los relámpagos y los truenos, y en México esa causa y efecto no pasó desapercibida. Para los mexicas tenían una relación con Tláloc, sin embargo, "el santo patrono de los hongos era el dios Nanacatzin, la deidad prehispánica que hacía brotar por la noche tales inflorescencias de la tierra", según la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural. Se les denomina "nanacatl", que en náhuatl significa carne.
Los hongos, desde tiempos prehispánicos, se dividían por familias como se puede corroborar en la farmacopea de sus culturas. La agrupación central es la Nanacame o nanacatl. De ahí, según un estudio, se pueden distinguir:
Los hongos del prado (Tlazolnanacatl), de los hongos de árbol (Cuaunanacatl). De acuerdo con sus propiedades, se dividieron en cuatro grupos: 1) Mortíferos o venenosos: Citlalnanacame, 2) Alucinógenos o enloquecedores: Teyhuinti, 3) Narcóticos: Xochitlnanacame, 4) Comestibles: Iztacnanacame.
¿El origen de todo?
Alrededor del mundo se estima que existen entre 1.5 y 5 millones de hongos, de los cuales poco más de 100 mil especies han sido descritas. En el caso de México se calcula que existen cerca de 200 mil especies, aunque menos de 8 mil han sido descritas. Eso quiere decir que conocemos sólo alrededor del 5% de los hongos que hay en el país, según la CONABIO.
Tal vez la rica diversidad del reino fungi se debe a que son de los seres vivos más antiguos del planeta. De hecho, como se puede apreciar en el documental How fungi made our world, gracias a ellos pudo prosperar la vida en un planeta, que era inicialmente árido. Además, después del último evento de extinción masiva trajeron vida a la Tierra.
Los hongos mexicanos, y del mundo, cambiaron los suelos. Se comieron las rocas, la tierra se volvió fértil y así es como las plantas pudieron colonizar el mundo, poco a poco, cambiando por siempre las condiciones de la atmósfera. Llegaron, entonces, los mamíferos. Pero más allá de sus aportes evolutivos, estos seres vivos son fundamentales para la salud de los bosques del mundo.
Cuando ves un hongo, en realidad, estás observando la parte más pequeña de su masa. El micelio, conjunto de hifas que forman la parte vegetativa de un hongo, que se extiende por kilómetros, es el equivalente natural del internet; una red compleja por la que fluye información. Alimenta, fertiliza, equilibra, comunica.
Las patitas de pájaro, las pancitas o yemitas, los tecomates, los hongos amarillos y el huitlacoche. En el país, los hongos mexicanos forman también parte de la economía. Según la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, se producen cerca de 14,572 toneladas de setas y champiñones, y Guanajuato se posiciona como uno de los principales productores de estos alimentos.
Explora el territorio de los hongos mexicanos
Los hongos permean a todo el territorio mexicano, y si te interesa navegar con más claridad los lugares en los que se ubican, te invitamos a que juegues con este mapa interactivo de la CONABIO.
Estos mágicos seres, casi alienígenas, han determinado parte significativa de nuestra existencia. Lo siguen haciendo, cada segundo. Puede ser que la próxima vez que te encuentres con uno, entables otro tipo de relación con su mundo o, por lo menos, valorar su presencia.
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