Como sabemos, el Día de Muertos es una celebración de raíces prehispánicas, y por ello los altares donde se disponen las ofrendas suelen hacerse en niveles, simbolizando en un inicio de esta celebración los grados del camino a Mictlán, el inframundo de los mexicas.
Hacer un altar de muertos es hacer viva una celebración milenaria; una creencia y concepción sobre la muerte donde los espíritus de los muertos nunca mueren, e incluso pueden hacernos visitas ciertos días al año. A los muertos se les llora pero también se les celebra.
Esta bellísima celebración nos recuerda lo efímeros que somos; lo grande que es el amor para mantener en este mundo a los que aparentemente no están ya. Ofrecer altares a nuestros muertos es celebrar la vida, invitándolos a este lugar, y haciéndolo memorando la muerte.
La siguiente es una guía básica para hacer tu altar de muertos:
Materiales
Comida: la que más disfrutaba el difunto a quien va dedicado el altar. Flor de cempasúchil: es la guía de regreso de los muertos al más allá. Copal: purifica los espacios y también sirve de guía para su regreso. Veladoras; que representan el fuego, Papel picado: un puente entre la vida y la muerte, Calaveras: de azúcar o de chocolate, representan el espíritu de cada difunto de la familia. Pan de muerto: el alimento para los espíritus. Cruz de cal, semillas o flores: cuatro puntos cardinales que antiguamente se asimilaban a las cuatro deidades de los cuatro elementos. Imagen del difunto, un santo o devoto. Sal: para purificar las almas de los niños, Vaso de agua: para calmar la sed del espíritu, y finalmente las bebidas que a este gustaban más, incluso de alcohol.
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Instrucciones
Arma niveles. En la adecuación católica, el más sencillo, el de dos niveles, representa simplemente el cielo y la tierra. El tercer nivel sería el del purgatorio (el más complejo es de 7 niveles). Los niveles puedes hacerlos con cajas, y luego tapar con una tela y sobre ella el papel picado. El más clásico, sin embargo, es de 7.
De arriba para abajo:
En el primer nivel: aquí se acopla la imagen al santo de devoción.
El segundo nivel déjalo solo, este representa el paso de las almas por el purgatorio.
El tercer nivel: aquí se coloca la sal para purificar el espíritu, sobre todo el de los niños.
El cuarto nivel: el pan de muerto ofrecido a los difuntos.
El quinto: comida y frutas favoritas del difunto.
Sexto: la foto del difunto o difuntos
Séptimo: la cruz hecha de semillas, frutas de temporada, o con flores de cempasúchil.
Las veladoras van abajo.
Si tu altar fuese de un solo nivel, acopla todo en un solo espacio, aunque con la foto al centro, las veladoras suelen ir a los lados y la comida en medio.
*Imágenes: 1)travelbymexico.com; 2) Semarnat