El aguacate es uno de los alimentos mexicanos más arropados en el mundo por la globalización. Además de sus propiedades nutritivas increíbles, como el poseer prácticamente a toda la familia de vitaminas y de contener prácticamente la totalidad de los minerales que tu cuerpo necesita, tiene un delicioso sabor que pareciera inclasificable.
Sus curiosidades no paran ahí. Por crecer en un árbol habría de ser clasificado como un fruta, sin embargo lo es como una semilla; y en algunos casos es considerado dentro de las verduras. Y quizá su más grande extrañeza es que, por su "fisonomía", este debió haberse extinto hace millones de años.
Primero era comido por los gonfotéridos, animales enormes parecidos a los elefantes actuales, entre los periodos conocidos como Mioceno y Plioceno. Estos, por sus grandes fauces, arrancaban el aguacate entero y masticaban la semilla. Todo en la historia de la evolución apuntaba a que su extinción estaría a la par de los dinosaurios y animales enormes. Sin embargo, hoy sigue aquí. Un fenómeno extraño pues esta semilla representa un verdadero peligro para los animales actuales.
En su libro The Ghosts of Evolution, Connie Barlow, explica este fascinante fenómeno denominado "anacronismo evolutivo":
La estrategia de propagación del aguacate hacía mucho sentido a lo largo de la larga existencia de su linaje; hasta el momento presente. Incluso después de trece mil años, el aguacate no tiene idea de que los grandes mamíferos ya no existen. Para el aguacate, los gonfotéridos y los perezosos terrestres aún son posibilidades reales. Ladrones de pulpa como nosotros cosechamos los beneficios.
Aunque en inglés, en el siguiente video es explicado cómo tanto el aguacate como otros frutos de grandes dimensiones debieron extinguirse hace años.