De México “salieron” al mundo hasta 64 razas de maíz que el hombre mesoamericano domesticó a partir del teocintle. El maíz es el generoso alimento del cual surgió gran parte de la cultura y la mitología, quizá por lo agradecido que el antiguo mexicano le estaba, y una de sus razas fue la del maíz palomero (que a su vez está compuesta de 7 razas).
El maíz palomero, el que usamos para hacer palomitas, que truena y se expande graciosamente con el fuego, está en peligro de extinción. El abandono del campo (pues ya no es negocio) y otro factores han hecho que esta semilla esté prácticamente desaparecida. Por ello Rafael Mier formó su organización Tortilla de Maíz Mexicana, para rescatar el ancestral maíz que tan sanos ha mantenido a los mexicanos durante milenios.
Al maíz palomero, incluso lo refiere Fray Bernardino de Sahagún "como flor de maíz; se vendía en las plazas, era ornamento de collares y rituales". Hace apenas unos meses, Mier y su organización consiguieron la primera cosecha de maíz palomero de los últimos años.
Resulta imprescindible salvar al maíz criollo en México pues milenariamente ha sido un aliado nutricional de la mayoría de los habitantes, quizá el alimento más democrático. Ahora con la importación de semillas, se está el alimento base de la dieta: en Tenochtitlán, por ejemplo, miles se mantenían sanos con una dieta de maíz, nopal y frijol.
Mier está haciendo una campaña de crowdfunding para continuar una investigación con académicos y científicos y conseguir que vuelva a cultivarse el maíz palomero; también para indagar los recónditos lugares donde aún pueda sembrarse.
No solo es una de las campañas sociales más originales de los últimos años, es también imprescindible para recuperar la soberanía alimentaria y los alimentos nutritivos que dieron sustento a civilizaciones enteras.
Si quieres conocer más de la campaña, o donar, da click acá.
*Imagen: canal44.com