En el 2012 el magnífico vochol llamó la atención del mundo; formado por 2.277.000 chaquiras, es una de las más hermosas piezas de arte huichol de la historia. Esta obra hizo una gira internacional y llegó a Alemania, fue exhibido en la Autostadt de Wolfsburgo.
Ahora, en el marco del año dual Alemania-México, es exhibido el "Vocho Teotihuacano", otra hermosa pieza cuya elaboración se prolongó durante dos años de arduo trabajo por parte de un equipo de cinco artesanos y el director artístico de la obra, Héctor Garnelo Navarro.
Cabe apuntar que México ha tenido una relación curiosamente estrecha con el "vocho", de ahí su cariñoso apodo para este auto (en alusión a la marca alemana que lo elabora Volkswagen). Los vochos, podría decirse, forman parte de la cultura popular por lo accesibles que fueron para un sector importante de la población en México durante décadas.
Por lo anterior no es extraño que el vocho haga mancuerna con manifestaciones artísticas mexicanas de otra índole. El “Vocho Teotihuacano” lleva hasta 9 mil 800 piedras semipreciosas, todas ellas de uso y apreciación prehispánica, como obsidiana, jade y cuarzo de aventurina, y que pesan en conjunto unos 210 kilogramos.
El arte de esta pieza hace alusión a la cosmovisión teotihuacana, una cultura por demás misteriosa. En la superficie las piedras dibujan, desde luego, a Quetzalcóatl, el dios bueno, la serpiente emplumada. También a Mictlantecuhtli (dios del inframundo); a las pirámides del sol y la luna, el mitológico jaguar, y vegetación del lugar como el nopal o los higos de cactus.
El "Vocho Teotihuacano" estará exhibido en la la Autostadt de Wolfsburgo hasta el 20 de noviembre, luego será mostrado en Fráncfort y finalmente esta histórica pieza será subastada para fines sociales.
*Imágenes:Autostadt/Matthias Leitzke