El cambio climático ya es uno de los problemas más urgentes que tenemos no solo los mexicanos, sino la humanidad entera. Lo único positivo sobre el asunto es que se ha transformado en un enemigo que nos une a todos. ¿Nuestra meta común? mitigarlo, dentro de lo posible y, aunque no lo creas hay acciones que cualquiera puede tomar para actuar en su contra.
Afortunadamente tenemos a la mano una defensa increíble. Se trata del maíz nativo, una de las plantas más increíbles y definitivamente una a la que ya le debemos muchísimo. Es innegable que nuestra identidad está plenamente vinculada al maíz y, en muchos sentidos, también nuestro futuro.
Mientras que el cambio climático es uno de los grandes motivos por los cuales estamos perdiendo nuestra inmensa biodiversidad, paradójicamente, es la biodiversidad la que puede salvarnos. Y, por otro lado, si hay algo que no queremos perder es precisamente el maíz, no solo porque da lugar a nuestras deliciosas y queridas tortillas, también porque es tanto metáfora, como sustento material de nuestra diversidad cultural.
El maíz es un tesoro y hay que apoyarlo
La planta que evolucionó de la mano de los mexicanos que la han sembrado por milenios, es capaz de superar plagas, sequías y hasta regular los nutrientes del suelo para sobrevivir. Además, el hecho de que sea mejorada progresivamente a través de la selección constante de las semillas más adecuadas (que realizan las comunidades que la siembran) la vuelve increíblemente resiliente.
Así, las casi 60 razas de maíz que tenemos hoy son un tesoro que, literalmente, hemos cultivado a lo largo de nuestra historia y al cual tenemos que volver a apoyar ya, pues a pesar de que esta planta es vital para los mexicanos, el maíz nativo está en peligro de extinción (y no solo por el cambio climático). Simultáneamente el movimiento para salvarlo es cada vez más grande, sonado y relevante.
A todo esto, te preguntarás: si, es evidente que cuidar la biodiversidad es vital para el medio ambiente, pero, ¿por qué el maíz es nuestra mejor defensa contra el cambio climático?
5 puntos para entender por qué la siembra de maíz nativo podría ayudar a mitigar los efectos del cambio climático:
- Los ecosistemas terrestres saludables (como la milpa) son "sumideros" de carbono y su existencia contribuye a mitigar el efecto de las emisiones.
- La milpa, el sistema de siembra increíble del que depende el maíz nativo, apuesta por gestionar los territorios de siembra de manera sustentable, privilegiando que la agricultura no sea extensiva y no sea un negocio que necesita talar masivamente los bosques para sobrevivir.
- Los ecosistemas sanos y respetuosos de otros ecosistemas (es decir, no invasivos o extensivos), contribuyen a la mejora general del medio ambiente e incentivan la recuperación de animales y plantas en peligro.
- La siembra al estilo milpa simplemente es más sustentable, pues tiene un enfoque completamente ecológico que privilegia la siembra orgánica, que no utiliza ni fertilizantes, ni insecticidas. Estos últimos dañan el medio ambiente porque aumentan la emisión de gases, resecan la tierra, volviéndola infértil y dañan a especies de plantas y animales que viven en las zonas de siembra.
- Comer maíz nativo, nacido en la milpa es apostarle a las economías colectivas y locales, a la autosuficiencia alimentaria y, simultáneamente a la reducción del impacto ambiental por alimentación: comer de la milpa local, significa importar menos alimentos y, por lo tanto contaminar menos con emisiones de carbono por transporte, fabricación y empaques innecesarios.
Te urge saber: ¿Y tú comes la tortilla que crees que te mereces?