El chile, el compañero entrañable de la gastronomía en México, aunque “engaña” a nuestra boca y activa las áreas nerviosas gustativas del peligro, es en realidad benéfico para la salud, y de hecho, contrario a lo que pareciera, es un antiirritante.
Según estudios de la Universidad de Pensulvania, disfrutamos el chile pues produce una mezcla de placer y dolor al mismo tiempo (llamado también reverso hedónico). Pero, a nivel salud ¿Qué beneficios tiene?
Algunos de ellos son:
- Mejora la vista, es benéfico para la piel, los tejidos y membranas mucosas por la presencia de Vitamina A.
- Es antioxidante, mejora el sistema inmune aumentando las defensas, regula la presión sanguínea, previene el colesterol alto, la arterioesclerosis, los problemas de corazón en general, etc., por la presencia de Vitamina C.
- Mejora el metabolismo, el funcionamiento del sistema nervioso, el sistema inmunológico y reduce el cansancio y la fatiga (por su Vitamina B6).
- Diurético, mantiene el equilibrio de los líquidos del organismo, mejora el funcionamiento del corazón y riñones (por el potasio).
- Ayuda a la regeneración celular, mejora el metabolismo, relaja el sistema nervioso (por su magnesio).
- Mejora el sistema digestivo (fibra).
Todo lo anterior se conoce desde hace décadas, sin embargo, en los últimos años lo que más ha llamado la atención de los científicos respecto a las propiedades del chile es la presencia de las capsaicina (la responsable de que sientas el picor) y sus sorprendentes beneficios.
Entre las propiedades medicinales de la capsaicina están:
-Anticancerígeno: un estudio de la Universidad de Nottingham, publicado en Biochemical and Biophysical Research Communications, encontró que que los vaniloides, familia de moléculas a la que pertenece la capsaicina, se adhieren a las proteínas en la mitocondria de la célula cancerosa y generan su muerte celular o apoptosis.
-Antioxidate: previne el envejecimiento de las células y la formación de coágulos en la sangre.
-Analgésico: las cremas de capsaicina son efectivas para aliviar el dolor de la artritis, la fibromialgia, el dolor del nervio y el dolor de espalda baja, según conclusiones de University of Maryland Medical Center.