La comunicación es un engrane que hace que los vínculos humanos sean posibles; es una estaca de sentidos múltiples. Sin embargo, el terreno comunicativo no es neutral. Por eso, frente al mundo autorizado, la prevalencia de las estaciones de radio indígena es fundamental.
Los medios de comunicación corporativos (y tradicionales) relatan noticias y acontecimientos. Buscan explicar y describir una realidad que dialoga con conceptos e ideales que se han fijado a lo largo de los años, pero que no incluyen los pensares y sentires de todas las personas. Su legitimidad, como uno de los pilares de la democracia, requiere de anclas que se apoyen en los ejes discursivos dominantes ineludibles. Dentro de ese contexto, hay voces que no se recuperan. Por eso, la gran diversidad de culturas, necesidades y aspiraciones de los pueblos originarios no se reflejan en los medios masivos.
De todas las manifestaciones materiales de un medio, la radio es una opción económica y accesible. Así, su bajo costo la convierte en una herramienta para que los pueblos originarios puedan defender sus culturas, tierras, recursos naturales y derechos, y divulgar información que responda a sus intereses y necesidades. Además, como ha documentado la organización de Cultural Survival, alienta la participación de mujeres en la construcción de la igualdad de género. Pero, sobre todo, es un espacio sin intermediarios.
El dilema de la comunicación y el rol de la radio indígena comunitaria
Reflexionemos por un momento sobre el acto comunicativo; eso que sucede todos los días, que determina parte de nuestra existencia, sin que necesariamente nos demos cuenta.
El emisor construye un mensaje y toma una forma que depende de las reglas de su propio lenguaje. Lo codifica en función de su contexto (profesión, historia, orientación política, género etc.). El receptor, por su parte, decodifica el mensaje desde sus propios códigos pre-dados en el lenguaje y contexto. Así, el mensaje emitido y recibido no es el mismo, porque depende del grado de correspondencia entre las personas que lo intercambian. Como diría Stuart Hall, cada mensaje tiene una modalidad y condición de existencia, cada uno puede constituir su propia ruptura o interrupción, su calidad de flujo (que se traduce en la reproductibilidad del mismo).
Así, lo que varía en la transmisión y recepción del mensaje es el nivel de simetría o asimetría que hay entre las partes que conforman el acto comunicativo. Entre mayor asimetría, mayor el malentendido. Y, justamente, ese es el problema: hay un gran nivel de asimetría entre el discurso hegemónico de los medios de comunicación y los discursos de los pueblos originarios. Por eso, según Cultural Survival, es fundamental apoyar a la radio comunitaria liderada por las comunidades indígenas.
Beneficios de la radio indígena y el panorama de México
Aunque en México existen reformas para garantizar a las personas indígenas el derecho a la radiodifusión, pocas licencias han sido otorgadas. Actualmente, en diferentes estados del país, operan radios con y sin licencia (como un acto de resistencia para ampliar su autonomía y autodeterminación).
Sin embargo, no están presentes en todas partes. Por ejemplo, como explica Cultural Survival, en estados del norte –donde habitan los pueblos Yaqui, May, Rarámuri, Wixárica y otros–, no hay medios indígenas. En Tabasco, Tlaxcala, Durango y Tamaulipas "no cuentan con una estación de radio en sus idiomas, y mucho menos medios administrados y operados por ellos".
Cultural Survival ha identificado 5 contribuciones principales de la radio indígena:
- Apoya la revitalización y promoción exitosas de sus lenguas. Hay que tomar en cuenta que, en el país, se hablan 68 lenguas Indígenas con 364 variantes, pertenecientes a 11 familias lingüísticas, lo que lo convierte en uno de los países más diversos del mundo.
- Sirve como fuente de difusión.
- Crea conciencia de los derechos indígenas.
- Promueve la autodeterminación de sus comunidades.
- Desarrolla diferentes capacidades comunitarias en el diálogo, la organización comunitaria, participación y defensa.
Sin embargo, según la organización, "las estaciones de radio indígenas son apoyadas principalmente por el trabajo colaborativo de las personas de la comunidad, que no reciben ninguna compensación por el tiempo y el esfuerzo invertido". Eso, a largo plazo, podría vulnerar la sostenibilidad de los proyectos.
Procurar las radios indígenas comunitarias es, entonces, una forma de luchar por la asimetría informática de la que parte el sistema en el que vivimos. Se trata de ponernos en contacto con sus voces, sin interlocutores ni traductores aparentes.
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