Todas las culturas a través del tiempo han recurrido a la religión para explicar los fenómenos naturales, el origen de la humanidad e incluso la estructura del mismo universo. Con el apoyo de mitos creacionales cada cultura buscó mantener el equilibrio de nuestro mundo a través de diferentes acciones como el sacrificio, la penitencia, la guerra, la oración entre muchas otras. Los mayas no fueron la excepción a esta regla. Esta gran civilización creó una religión muy compleja con un amplio panteón de deidades con el fin de justificar los fenómenos naturales, proteger algún sector de su sociedad o explicarse lo que no podían entender. También podemos afirmar que la religión maya fue usada por los gobernantes como un instrumento de control y legitimar sus orígenes divinos ante sus propios súbditos.
Es importante comentar que las deidades podían ser multifacéticas y tener diferentes advocaciones. Podían sufrir alteraciones en sus atributos, en su aspecto e incluso tener diferentes nombres dependiendo de la región en que eran veneradas.
De acuerdo a la antigua cosmovisión maya, el cielo estaba dividido en 13 niveles, cada uno gobernado por un Oxlahuntikú. El inframundo estaba dividido en 9 niveles donde respectivamente residían los 9 Señores de la Noche, Bolontikú. También creían que la bóveda celeste estaba sostenida por 4 dioses llamados Bacabes, relacionados con los cuatro puntos cardinales en cada uno de los cuales se encontraba una ceiba sagrada, árbol que había dado el sustento a los primeros hombres. Sin más preámbulo comencemos con las deidades.
Nota: El lector se dará cuenta que algunas deidades son nombradas con alguna letra del alfabeto actual. Esto se debe al investigador Paul Schelhas quien a principios del siglo XX empezó a estudiar los códices mayas buscando identificar las deidades de esta importante cultura. El estudioso utilizó 15 letras mayúsculas para irlas nombrando y categorizando.
Hunab Ku
Deidad invisible, incorpórea y omnipresente. Debido a estos atributos pocas veces se le ve representada. Se le considera el padre del creador del cosmos: Itzamna. Es mencionada en obras como el Diccionario de Motul y el famoso Chilam Balam de Chumayel. Algunos investigadores creen que Hunab Ku tuvo su origen durante los primeros años de la colonia cuando se empezó a dar la transición entre la antigua religión politeísta a una monoteísta llamada catolicismo. Estos cambios pudieron elevar la preeminencia de Hunab ku como una deidad suprema a la cual se le describía como: "dios único, vivo y verdadero".
Itzamnah o Dios D
El creador de todo lo que nos rodea. Se le considera la deidad maya suprema. Es el hijo de Hunab Ku. El señor del día, de la noche y de los cielos. En el plano celestial se le podía conocer con el nombre de Itzam Ye y era representado como un ave. En el plano terrenal se le conocía con el nombre de Itzam Kab Ayin y era representado como un gigantesco cocodrilo. Era una deidad omnipresente y sumamente compleja ya que estaba asociado al fuego, al agua, a la vida y a la muerte. Su aspecto era el de un anciano con una nariz y un mentón prominentes. Estaba ubicado en el último nivel celestial desde donde dictaba los designios del cosmos.
Ix Chel o Diosa I
La deidad femenina más importante del panteón maya. Asociada con los ciclos lunares, con la fertilidad y con los mantenimientos. Se le podía representar como una mujer joven rebosante de belleza o como una anciana de pechos flácidos y estrías sobre su abdomen. Era la protectora de las mujeres embarazadas, parteras y de los curanderos. Estaba relacionada con diferentes expresiones artísticas como la creación de textiles, la pintura, el canto y la danza. En diferentes representaciones se le ve acompañando a Itzamna, por lo que se identifica como su esposa. Se le conocía como la Señora Resplandeciente o Señora del Arcoiris. Otras de sus advocaciones son Sak U Ixik (Señora Luna Blanca) y Chak Chel (Arco Iris Grande).
Yum Kimil o Dios A
El señor de la muerte que reina y gobierna en el inframundo maya. Los quiches conocían este espacio como Xibalba, los tzotziles como Olontic y los mayas yucatecos como Mentnal. Esta deidad era representada de forma decadente, sin cabello, con el vientre inflamado, y un rostro descarnado. Sobre su delgado y esquelético cuerpo es común ver manchas negras como si se estuviera pudriendo,
En muchas ocasiones Yum Kimil aparece emanando gases fétidos por lo que también era llamado Kisin (El Flatulento).
Otros de sus nombres eran Ah Puch (El Descarnado) y Vucub Came (Siete Muerte). Existe una hermosa representación de Yum Kimil en la zona arqueológica de Toniná en Chiapas. En dicho bajorelieve estuco la deidad sujeta la cabeza de un gobernante de la ciudad de Lakamha (Palenque) quien seguramente fue capturado en batalla y ejecutado. Recordemos que Toniná y Palenque fueron grandes enemigos.
Kinich Ahau o Dios G
Se le concebía como una de las manifestaciones del dios creador Itzamna pero con claras características solares. Fue el creador de los 4 puntos cardinales, del calor y de la luz que emana del sol. Era una deidad que presentaba estrabismo. Por esta razón los gobernantes mayas trataban estimular esta característica entre sus hijos colocando objetos sobre la nariz a corta distancia de sus ojos. Los antiguos mayas creían que cuando el sol se oculta en realidad entraba al inframundo para iluminarlo. Durante este proceso Kinich Ahau se transformaba en un jaguar. En gran cantidad de zonas arqueológicas se pueden admirar los grandes mascarones de estuco que representan su rostro. Son particularmente asombrosos los de Kohunlich en el actual estado de Quintana Roo. Fue tan importante esta deidad que los gobernantes de las grandes ciudades del periodo clásico se autodenominaban Kinich lo que significa: Rostro del Sol. Ellos se consideraban los protegidos del gran Dios Solar.
Kawiil o Dios K
Esta curiosa deidad era la protectora de los linajes divinos de los gobernantes durante el periodo clásico. Es común que el "Dios bufón" sea representado en los accesorios usados por la realeza maya como cetros, diademas, bastones, pectorales, tocados y pendientes. Se le puede reconocer por tener una pierna en forma de serpiente. Otra característica es su larga trompa que parece reemplazar su nariz y las vírgulas que nacen de sus ojos. Estaba asociado con la elite gobernante, con el relámpago, la fertilidad, las semillas y con los cuatro puntos cardinales. También se le conocía como Tohil (Tormenta), Bolon Tza Akab ( El Eterno, el Perpetuo).
Este texto estaba basado en la selección que realizó Tomas Pérez Suárez para la Revista Arqueología Mexicana sobre las deidades mayas. También contiene contenido aportado por el gran mayista Nikolai Grube. Mi admiración para ambos investigadores.
Mto. Enrique Ortiz García
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