Bésame mucho es una de las canciones más escuchadas en todo el mundo y es mexicana. La pieza —que sin duda conoces— se convirtió desde los años 40 en uno de los más emblemáticos signos del romance y ha sido interpretada por cientos de músicos (sin exagerar) de por lo menos 20 países distintos.
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Pero ¿quién originó esta intensa fiebre? La genial compositora detrás de esa canción se llamaba Consuelo Velázquez, Consuelito, le decían sus fans mexicanos con cariño. La también pianista nació en Jalisco en 1916 y se cuenta que escribió este hit cuando solo tenía 16 años y, se rumora, ni siquiera había dado su primer beso.
Por supuesto nunca se imaginó que su pieza trascendería a la cultura popular de esta manera tan inmensa y contundente; pero hay que decir que este no fue su único gran éxito: a Consuelito también le debemos "Yo no fui" el clásico de los Pedros (Infante y Fernández), entre otras grandes del repertorio mexicano.
Pero ninguna como Bésame Mucho que, después de haber sido interpretada por el barítono mexicano Emilio Tuero en 1944 fue adaptada por el estadounidense Nat "King" Cole, que la popularizó entre las mujeres que esperaban a que sus maridos volvieran de la Segunda Guerra Mundial.
De ahí no ha parado de ser reinventada y referida en toda clase de películas, series de televisión y hasta en el teatro. Pero lo mejor son sus variaciones musicales. Algunas versiones populares son las de Luis Miguel, que es una joya, por cierto; la de Andrea Bocelli, para gustos refinados; la de The Beatles, que es una deliciosa rareza; la de Zoe, para paladares millennial, y ¡claro! la de Pedro Infante, que está en inglés y es fantástica.
Otras menos conocidas, pero imperdibles: la del mariachi Flor de Toloache, con un arreglo de ranchera precioso; la enigmática versión de la igualmente curiosa Lila Downs; la de Juan García Esquivel, el mexicano que inventó la música lounge; la The Ventures, que suena como a película de Quentin Tarantino; la del jazzista Dave Brubeck, que te va a sacar una lágrima; la de la Banda de Tlayacapan, una banda activa desde la Revolución, que hizo un arreglo delicioso de la icónica melodía, y tantas otras, porque de verdad hay muchísimas.
Sin duda, lo mejor de las manifestaciones culturales en México es que se prestan a ser mezcladas, reinventadas, criticadas y mejoradas, sin que eso implique olvidar ninguna de sus versiones. Entre la nostalgia que nos provoca y su sencilla pero brillante composición, nunca nos olvidaremos de la canción de Consuelito.
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*Imágenes: 1)Bryan Evans/Modificada; 2) Crédito no especificado.