¿Quién no recuerda encender un cerillo y encontrar un paisaje urbano, rural o montañoso en el reverso la cajita? Durante muchos años, la sencilla práctica de prender la estufa era un momento de descubrimiento. Uno no tenía que desplazarse para disfrutar de arte pictórico mexicano; lo tenía, literalmente, en la palma de la mano. A estas alturas, todo el que esté leyendo ya sabe de qué hablamos: se trata de las cajas de cerillos La Central.
Esta ingeniosa manera de llevar hermosos cuadros de México a todos los hogares del país no habría sido posible sin su autor, Jorge Cázares. Cázares nació en Cuernavaca, Morelos, el 20 de noviembre de 1937, y dedicó su vida a la promoción del arte mexicano. Después de estudiar en el Instituto Regional de Bellas Artes de Cuernavaca, descubrió el amor por la pintura, el cual lo llevaría a exponer su obra en México y en el extranjero cientos de veces.
Además, fue una figura sumamente importante en el desarrollo cultural de Morelos, ya que contribuyó a la construcción y al fortalecimiento de numerosas instituciones culturales: el Centro Morelense de las Artes, el Teatro Ocampo, el Cine Morelos y el Instituto de Cultura de Morelos. Gracias a sus esfuerzos, miles de jóvenes morelenses aspirantes a artistas pudieron dar rienda suelta a su talento. Se convirtió en uno de los paisajistas más reconocidos de México, y su fama creció de manera exponencial cuando la marca de cerillos La Central comenzó a adornar sus cajas con sus pinturas.
En la década de los 70, la compañía utilizaba sus icónicos paisajes para darle un valor agregado a su producto, idea de algún ejecutivo romántico que quiso compartir su pasión por el arte. Además, las pinturas iban acompañadas de versos de poetas mexicanos, como López Velarde, Carlos Pellicer, Amado Nervo, Alfonso Reyes y Octavio Paz, entre otros. Las cajas de cerillos La Central eran un verdadero tesoro. De hecho, así nació la colección Clásicos de Lujo, la cual tenía como objetivo la difusión del arte mexicano.
La colección se compone de 100 reproducciones de paisajes de todos los rincones imaginables de la República: escenarios volcánicos, las selvas del sur del país, campos labrados, sierras boscosas, pintorescos pueblitos, ríos, conventos y monasterios. Jorge Cázares murió el 11 de enero de este año, pero su legado permanece. Las maravillas de nuestro país quedaron inmortalizadas para siempre en sus obras, tanto en recintos culturales como en las inolvidables cajas de cerillos La Central.
Para terminar, dejaremos que el pintor morelense hable por nosotros, mostrando el camino a seguir para que la sociedad mexicana sane a través del arte, la compasión y el amor al prójimo: "Somos ricos en seres pensantes y enormes en sentimientos. Lo que debemos hacer los artistas es contagiar a la sociedad entera de generosidad, dar a quien no tiene, y el que no tiene que haga esfuerzo para que tenga".
Una exposición que no te puedes perder: Mictlán, de Joan Fontcuberta.
*Imagen destacada de: protocolo.com.mx