Hablar de Ulises Carrión es hablar del siglo XX. Es un personaje que fue escritor, editor, poeta y artista; un adelantado a su época. En México es poco reconocido y entendido, se sabe poco de su fecha exacta de nacimiento y muerte.
Carrión fue el primer escritor interdisciplinario de la literatura mexicana. De allí que a varios artistas visuales jóvenes les llame la atención cómo utilizó sus recursos para transformar la escritura, y a no pocos escritores les interese por uno de sus recursos predilectos, la deconstrucción. Sus herramientas de trabajo fueron los medios que se apropió, como el teléfono, el video, los timbres postales, las impresoras, la radio y varios más.
Se cree que Ulises Carrión nació en San Andrés Tuxtla, Veracruz en el año de 1941. Desde temprana edad se mostró apasionado de la literatura y el gusto por el arte. Escribía prosa, cuentos cortos y obras de teatro.
Recientemente algunas editoriales mexicanas han retomado (o rescatado) la obra de Ulises Carrión. Entre ellas, que yo tenga noticia, se encuentran Taller Ditoria, Ediciones Hungría y, ahora, en su colección Anómalos, Tumbona, con la recopilación de textos de su obra maestra "El arte nuevo de hacer libros".
La figura de Carrión es atractiva (un artista o escritor raro, poco conocido pero que tuvo propuestas vanguardistas que no pudieron ser contenidas por la literatura) y permite comprender a la vanguardia como tradición. Carrión demostró que las preguntas o insistencias formales en una disciplina artística no deben ser, necesariamente, nuevas pero siempre pueden ofrecer algo nuevo.
La obra de singular artista puede dividirse en dos etapas: la de escritor convencional y la de artista experimental.
En la primera etapa publicó dos volúmenes de cuentos en un formato convencional: La muerte de Miss O y De Alemania. Ambos libros le valieron buenas críticas entre sus contemporáneos. Vicente Leñero calificó la obra literaria de Carrión como “muy brillante”.
Desde Amsterdam, específicamente desde su galería y estudio Other Books and So, trabajó creando instalaciones, arte efímero, arte postal, películas, videos, performances, audios y otros experimentos visuales y sonoros. Influenciado por el Dadá, el Fluxus y el arte conceptual, Ulises Carrión creó algo más que libros de artista: objetos llamados bookworks o de libros performances.
Su salida de México no sólo tenía razones literarias. Carrión deseaba construir un mundo propio, donde pudiera vivir abiertamente su identidad de género.
En 1974 ya definía a Holanda como su "patria de elección" y su obra la dirigía prácticamente al mundo del arte, no a la literatura. Para esta época, Carrión ya tenía muy claro que jamás volvería a México, y le gustaba decir que siempre se había sentido extranjero; se distanció del concepto de familia y nación. Carrión fue el primer escritor y artista nacido en México que se convirtió expresamente en “posmexicano” –aquellos mexicanos que tras emigrar a otros lugares terminan manifestando una identidad con rasgos de mexicaneidad diluida.
Casi toda su obra experimental en español permanece inédita hasta la fecha.
Heriberto Yépez, además de ser su admirador y de haber traducido su libro El arte correo y el Gran Monstruo, lo llama “el escritor post-literario más innovador que haya nacido en México”.
En 1989 Carrión murió en la ciudad de Ámsterdam, a los 48 años y en plena madurez creativa, por complicaciones derivadas del virus del VIH. Tras su muerte su obra cayó rápidamente en el olvido, pero en el 2003 el Museo de Arte Carrillo Gil presentó una retrospectiva de su obra, lo que revivió el interés por su trabajo entre varias generaciones. En el 2016 el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía en Madrid organizó la retrospectiva más grande que hasta la fecha se ha hecho de su obra.
*Imágenes: 2)Y.Yu; 3) Europa Press