Los tlaloques en la antigua mitología mexica eran los ayudantes de Tláloc encargados de repartir la lluvia por la tierra en vasijas.
Hace poco escribimos sobre el increíble proyecto de Isla Urbana, el cual está ayudando a captar lluvia en zonas marginadas de la Ciudad de México. Ahora, el mismo proyecto creó El Tlaloque, un sistema de captación y aprovechamiento de agua de lluvia que consiste en un diseño que permite interceptar, recolectar y almacenar el agua de lluvia; es relevante esta creación, ya que permite que miles tengan agua de lluvia mucho más limpia, aún, por medio de un sistema muy sencillo y económico.
El Tlaloque, el primer producto mexicano en su tipo, separa la parte más sucia de cada lluvia para que no entre a la cisterna. Se vacía automáticamente por la manguera de drenado. El Tlaloque permite conectar superficies de hasta 140 m2 y elegir cuantos litros de lluvia vas a separar. Su capacidad total es de 210 litros.
Actualmente sirve de gran apoyo al ahorrar dinero en diversas comunidades, ya que puede cubrir todas las necesidades de agua por lo menos durante seis meses al año.
Enrique Lomnitz fundador del proyecto, es estudiante mexicano egresado de la Escuela de Diseño de Rhode Island, en Estados Unidos. La idea de Isla Urbana surgió cuando Lomnitz y sus compañeros observaron la falta del líquido en algunas zonas de bajos recursos en la Ciudad de México.
El Tlaloque
Está conformado por un filtro de hojas y basura de acero inoxidable y un separador autolimpiable de aguas que se adapta a tres diferentes tamaños de techos, el cual tiene la capacidad de ajustar el volumen de líquido que se desea separar.
Cuenta con un proceso de respiración que elimina entre 60 y 80 por ciento de los contaminantes antes de que el agua entre a la cisterna. El sistema se complementa con un reductor de turbulencia, una pichancha flotante, el tren de filtrado, un sistema de desinfección y el sistema de potabilización.
¿Cómo funciona?
En los primeros minutos de cada aguacero, la lluvia cae sobre el techo y lo limpia y el agua entra al Tlaloque.
El contenedor se va llenando y la pelota flotante se mueve.
Cuando el tlaloque llega al límite,, la pelota flota y sirve como tapón. El agua que cae, ahora más limpia, se conduce a la cisterna.
Especialistas en el tema, han encontrado que entre las ventajas de instalar un separador de primeras lluvias están las de poder remover tanto contaminantes disueltos, como suspendidos. El Tlaloque se adapta a tres diferentes tamaños de techos para que trabaje de manera más eficiente.
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