Durante siglos el hablar alguna de las lenguas nativas de México fue sinónimo de marginación, y hasta hoy en algunos casos de discriminación. En esta época, sin embargo, se percibe una revaloración contundente de las culturas prístinas, quizá como un reconocimiento de que hay otras maneras de ver la vida que, incluso, podrían ayudarnos a llevarnos mejor con la naturaleza, y depositar en otros valores la importancia de la experiencia humana, más allá del dinero o el consumismo.
Prueba de este interés es el éxito que diversos artículos sobre lenguas originarias en este sitio han generado, de hecho, nos hemos sorprendido gratamente. Y un ejemplo de que en la práctica está retomándose el valor de las lenguas originarias, es el de la escuela primaria Plan de San Luis, en su grupo de 5º B, en la comunidad de Tetelcingo, en el municipio de Cuautla, Morelos.
En ella el profesor Verónico Xixitla enseña náhuatl, una labor que hace desde hace más de 30 años. A los niños les enseña con juegos palabras que pueden usar en la vida cotidiana, y así las aplican en otras clases, desde biología hasta matemáticas.
Uno de los efectos más significativos de esta enseñanza es que los niños de Tetelcingo, por primera vez, han podido hablar con sus abuelos en náhuatl, lo que marca una integración generacional que estuvo a punto de perderse.
Según Xilitla, cuando el idioma nativo deja de enseñarse:
Se va perdiendo la identidad y hasta la fe de vivir. El problema es que la gente ya no habla náhuatl porque sienten que es sinónimo de marginación.
Las clases de náhuatl forman parte de un proyecto inspirado por las comunidades zapatistas para formar comunidades con gobiernos autónomos basados en sus propios usos y costumbres. En 2014 el gobierno estatal hizo un decreto que permite que las comunidades indígenas del estado se rijan por su propio sistema de usos y costumbres, cuando no confronte el marco legal existente.
Tetelcingo sería el primer territorio autónomo de Morelos, uno de los requisitos está en comprobar que su fundación se hizo antes de la conformación oficial de Morelos, en el año de 1869. El rescate de identidad colectiva, por lo pronto, ya se está haciendo.
*Fuente:
*Imagen: Marco Paláez/ La Jornada San Luis