La damiana, hermosa planta oriunda de las regiones áridas de México, América central, América el sur y Estados Unidos, es considerada como una de las principales plantas medicinales del país. Sus aportes nutricionales datan desde el esplendor de la cultura maya, quienes consideraban que el origen de la mayoría de las enfermedades provenía de raíces corporales o espirituales, utilizando la herbolaria como un purificante espiritual. Fue ahí que los misioneros españoles observaron que los indígenas consumían este te y comenzaron a indagar sobre sus beneficios para el cuerpo.
Si bien la damiana se le conoce principalmente por sus aportes afrodisiacos, en la década de los 60 se le refirió como afrodisíaca, antidiabética, diurética, eupéptica y expectorante; útil para la impotencia sexual, la nefritis orquitis y la vejiga, así como el sistema nervioso –pues funge como tónico cerebral–. Mientras tanto, Luis Cabrera la consideró como dispepsia por tuberculosis, eupéptico, impotencia sexual, jaqueca; estimulante del metabolismo y tónico general. Y finalmente la Sociedad Farmacéutica de México la etiquetó como estimulante catártico.
Así que, con su flor de amarillo intenso y sus hojas ovaladas y singulares, la damiana provee numerosos beneficios para el cuerpo. Gracias a sus propiedades químicas, esta planta es una fuente de hierro, cromo, cobalto y zinc; fibra, clorofila, vitamina B y ácido ascórbico.
También conocida como hierba de la pastora, hierba del venado, oreganillo, pantorrilla o rompe-camisa-macho, esta planta es regularmente consumida en tés o licores –preparado regularmente en margaritas–. Por lo que, quienes la han bebido, dicen que no sólo sienten un ligero mejoramiento en el sistema intestinal, también una oleada de deseo y excitación sexual facilitando la lubricación, erección y eyaculación. Esto, por supuesto, resulta en un potencial antidepresivo que regula las sensaciones de angustia, ansiedad y depresión.
Actualmente la damiana representa una de las principales fuentes de ingreso de muchas familias mexicanas; sin embargo, en los últimos años, la producción ha bajado significativamente debido a las sequías y el mal manejo del recurso.
*1),2),3) Unión Puebla