México está de moda en el mundo. Tal vez es una enorme coincidencia, aunque probablemente si nos detenemos a estudiarlo un poco podemos encontrar buena razones para este hecho. Lo que definitivamente hay son evidencias.
Por ejemplo ¿sabías San Miguel de Allende es la Capital de Cultura del 2019? Por otro lado, la Ciudad de México es el destino más excitante de 2019, según National Geographic y no por sus vibrantes atractivos turísticos, sino porque en nuestra capital se está gestando un movimiento para salvar al maíz nativo. Sin duda el mundo ama nuestro sabor, no en vano tenemos 2 restaurantes entre los mejores 15 del mundo.
Pero eso no es todo: el fenómeno "ROMA" sin duda tiene que ver con esta situación. La película de Cuarón no sólo posicionó al talento mexicano (otra vez) en las grandes ligas del cine internacional; sino que enamoró a las audiencias del planeta con una historia muy personal y honesta sobre la vida mexicana. Así, son múltiples los ejemplos de que, fuera de México se quiere consumir lo que se hace en nuestro país.
¿Qué significa esto para nuestra identidad nacional?
Por otro lado, también los mexicanos estamos increíblemente pendientes de esta tendencia y nos está gustando. Por mucho tiempo la "cultura pop" occidental (particularmente la estadounidense) se tragó a las expresiones populares y tradicionales mexicanas.
Estas, por su parte, no habían sido consideradas cultura hasta muy recientemente. De hecho hay un montón de gente que aún considera que cosas como los tacos, la música de banda y la lucha libre no son cultura, aunque sean elementos vitales de nuestra identidad.
Afortunadamente y gracias a que nos estamos poniendo de moda, está habiendo una revalorización muy importante de lo popular, de lo alternativo y de la mexicanidad como un tejido múltiple y complejo.
Así, se están rompiendo muchos estereotipos, especialmente los relacionados con el género, la clase socioeconómica y la etnia. Este último grupo ha tenido un giro muy impresionante, pues rápidamente se está reinterpretando y redimensionando el papel de los pueblos indígenas en el México contemporáneo.
Por otro lado, también estamos encontrando formas de polarizarnos. Mientras que los cambios y las apropiaciones desde el exterior (como estos japoneses que aman ser chicanos) nos enseñan a apreciar nuestra diversidad, de forma interna estamos generando nuevos estereotipos y clichés que nos reorganizan, pero que también lastiman. Whitexicans, chairos, fifís, son solo algunas de estas nuevas etiquetas.
Por otro lado, México está cambiando al mundo
México tiene mucho que ofrecerle al mundo. Sobre todo en términos de identidad. Si alguien sabe cómo vivir con una cultura que constantemente está cambiando y que no ofrece ningún tipo de garantias, somos los mexicanos.
Y probablemente eso es lo que nos vuelve tan atractivos para el exterior: tenemos muchísimos niveles de profundidad y es imposible terminar de conocernos. Ojalá explotemos esa cualidad, por un lado para seguir sorprendiendo al mundo y haciendo que se cuestione a sí mismo constantemente, pero, también, para no caer de nuevo en las etiquetas.