Un algo de la esencia prehispánica, de los rasgos físicos de los antepasados (con sus prominentes pómulos); ilustraciones de trazos gruesos y definidos, una esencia de diseño que se asoma. La obra de Neuzz (Miguel Mejía) es reconocible en sus distintos formatos.
De origen mixteco, de la comunidad de Santiago Ihuitlán Plumas, aunque nacido y crecido en CDMX, este diseñador, ilustrador y muralista lleva en su haber una tradición que lo persigue, o al menos le surge cuando cuando hace sus mundos.
Mis imágenes tienen que ver con la educación que tuve desde niño e indirectamente bebí mucho de esta gráfica prehispánica. Sí quedó muy vinculado a todo mi repertorio visual. Pero no es premeditado, es algo que me sale más natural, más inconsciente. También tengo influencia Jorge Alderete, por ejemplo, me dice.
Hoy es reconocido internacionalmente aunque su historia en esta escena fue más bien una especie de casualidad.
Nunca fui a una escuela de arte, fui autodidacta y en 1996 a mis 16 años empecé a hacer grafiti, hasta 2002. Luego me cansé; en ese tiempo ya estudiaba diseño gráfico. La escena del grafiti había cambiado mucho, y hasta el gobierno te comisionaba para pintar. Antes era antisocial y el tipo de gente que lo practicaba era my distinta.
Sobre si cree que hay un resurgimiento de un ‘muralismo mexicano’ reacciona algo irritado, pues, en el fondo cree que no tiene nada que ver con el movimiento posrevolucionario de hace un siglo y más bien se trata de una escena internacional y un marketing de por medio.
“Lo que vivimos es más una consecuencia de una tendencia global”, afirma.
Neuzz tiene un albergue de animales y cree que las personas tenemos que ser útiles a nuestro entorno, más allá del éxito.
Hay una frase que no recuerdo de quién es pero dice algo así como el que la gente quiere ser famosa pero no quiere ser útil. Es importante cuestionar qué beneficios estás dejando en el entorno más cercano, ir mas allá de ti.
Entre sus últimos trabajos está un mega mural que hace un grito para cuestionarnos el concepto de ‘desarrollo’ que arrasa los ecosistemas. Ubicado en la Avenida Centro sur de la ciudad de Querétaro, en una zona de la periferia habitada por personas de clase media alta, un coyote mira a la izquierda:
En la cultura occidental el lado izquierdo está asociado a algo negativo; en esta obra la izquierda insinúa un retroceso, el coyote está volteando al lado desarrollado.
El cerro al fondo del coyote es el volcán Cimatario, el cual se haya en una reserva natural amenazada.
En mi historia personal el coyote siempre me ha perseguido. Los coyotes siempre estuvieron vinculados con la historia de mi familia y en el misticismo de mis antepasados.
Ahora Neuzz resurge al coyote, esta vez asociado a su búsqueda de que las personas seamos parte activa de lo que ocurre a nuestro alrededor. Lo demás, es pasajero.
Fotos: 6) Juan Carlos Reynoso.